Las agujetas, ¿son necesarias para ver resultados?

Si has comenzado el gimnasio en este nuevo curso o has retomado tu entrenamiento tras las vacaciones y estás teniendo intensas agujetas, te contamos si realmente son necesarias para ver resultados o puedes evitarlas e igualmente obtener los frutos deseados.

Por qué se producen agujetas

Las agujetas no son más que un dolor muscular post esfuerzo o dolor muscular de inicio tardío. Frecuentemente se acompañan de inflamación y se localizan en la zona trabajada previamente.

Se ocasionan debido a la microrotura de fibras musculares, es decir, a que debido a un esfuerzo más intenso del que nuestros músculos pueden soportar sus fibras se dañan y producen de esta forma dolor e inflamación.

También puede deberse a un esfuerzo desconocido o aislado que ocasione la rotura de pequeñas fibras musculares.

La inflamación es parte del proceso de recuperación, clave para ganar músculo y por eso, muchos consideran que el dolor muscular o las agujetas son imprescindibles al momento de hipertrofiar.

¿Son requisito para ver resultados?

La realidad es que la presencia de agujetas puede implicar la ganancia muscular siempre y cuando el proceso de recuperación sea adecuado, es decir, ofrezca los sustratos que el cuerpo necesita para reparar y compensar el daño de manera de obtener una hipertrofia muscular.

Sin embargo, también puede haber resultados en ausencia de agujetas, debido a que un esfuerzo repetido y conocido por nuestros músculos puede no provocar dolor o daño de fibras musculares suficiente como para ocasionar agujetas pero sí, ser un estímulo suficiente para el anabolismo muscular.

Por otro lado, como señalan nuestros compañeros de Vitónica, ante la presencia de agujetas de forma continua o muy marcadas, nuestro esfuerzo o la intensidad de trabajo se reduce pudiendo así afectar el estímulo necesario para hipertrofiar.

De igual forma, si tenemos agujetas cada día y de forma continuada en el tiempo, estaremos ante la presencia de una recuperación incompleta o inadecuada y entonces, difícilmente lograremos resultados, pudiendo incluso sufrir una lesión si seguimos entrenando. En este caso, las agujetas no serían un buen indicador de hipertrofia o ganancia muscular.

Aunque el dolor muscular puede hacerse presente para ganar músculo, la realidad es que no es imprescindible tener agujetas para obtener resultados, sino que podemos ver frutos de nuestro esfuerzo sufriendo un mínimo dolor o nada de ello en nuestro cuerpo.

Cómo minimizar y controlar las agujetas

Si tras un tiempo parado has retomado tu entrenamiento y estás sufriendo unas intensas agujetas, debes saber que hay formas de minimizar las mismas y de controlar su presencia.

Lo primero es no pasar de 0 a 100 en un minuto, es decir, incrementar gradualmente la intensidad de entrenamiento considerando que los calentamientos y vuelta a la calma pueden ser de gran ayuda.

Una buena dieta puede ser clave también en la cual lo primordial es favorecer la hidratación que contribuya a desinflamar y oxigenar así como nutrir el músculo afectado.

Alimentos ricos en antioxidantes, con proteínas de calidad que permitan reparar el daño muscular causado por el entrenamiento y también con sustancias que tengan efecto antiinflamatorio es de mucha ayuda para revertir o minimizar las agujetas.

Por otro lado, no dejar de movernos sino quizá, reducir la intensidad del esfuerzo físico o llevar un descanso activo así como cuidar el sueño nocturno es fundamental para lograr una buena recuperación y disminuir las agujetas así como también, lograr a nivel muscular los resultados esperados.

Imagen | iStock

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