Hace un par de días atrás os dábamos algunos trucos para perder peso de cara al verano y por supuesto, existen otras alternativas para adelgazar que suelen florecer principalmente en esta época del año tales como dietas rápidas y hasta de apariencia mágica. Sin embargo, si lo que buscas es poner el cuerpo en forma sin descuidar la salud y disfrutar de los resultados no sólo en verano sino todo el año, te recomendamos alejarte de las dietas milagro.
¿Qué es una dieta milagro?
Para que podamos distinguir cuándo estamos ante una dieta milagro y debemos entonces, alejarnos de ella porque no ayudará a perder peso con salud sino que puede estropear nuestro metabolismo al producir un brusco descenso de peso que después recuperaremos rápidamente, os dejamos algunas características que poseen este tipo de dietas:
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Llevan un nombre atractivo, original que puede designar a un alimento, a un médico u otra persona o simplemente, puede hacer alusión al tipo de dieta, por ejemplo: dieta del Dr Dukan, dieta de la manzana, o dieta rápida y depurativa.
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Son impersonales o universales, es decir, suelen publicarse en una web, en una revista u otro espacio público con el objetivo de que cualquier persona puede llevarla a cabo.
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Resaltan o sobrevaloran sus propiedades utilizando para describir su efecto o las características de la dieta palabras como “espectaculares resultados”, “mágico efecto”, entre otros calificativos.
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Pueden atribuir propiedades únicas a determinado alimento por ejemplo: la dieta de la alcachofa, del pomelo o la piña señalan que estos alimentos protagonizan la dieta por ser quema grasas.
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Suelen eliminar o prohibir determinados alimentos o grupos de alimentos enteros, por ejemplo: se prohíben fuentes de hidratos de carbono, se prohíbe el aceite u otros productos alimenticios.
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Prometen un adelgazamiento rápido y con poco o nulo esfuerzo, lo cual atrae y captura a gran número de consumidores.
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Esconden un negocio propio en muchos casos al comercializar productos exclusivos para ese tipo de dieta, sin los cuales no se logran iguales resultados. Puede venderse un libro, un suplemento, un preparado de nutrientes o unas gotas mágicas.
Éstos son algunos rasgos de las dietas milagros, entre las cuales podemos nombrar algunas populares como son la dieta Dukan, Atkins, Montignac, dieta de la piña, dieta del grupo sanguíneo, dieta de la alcachofa o del pomelo, dieta de Beverli Hills, dieta Cero, dieta de Scardale, dieta Haas, del potito, de la manzana, de 5 días, entre otras.
¿Por qué alejarse de las dietas milagro?
Las premisas básicas para perder peso con salud señalan que las dietas deben ser adecuadas a cada persona, por lo tanto, según rasgos particulares, preferencias y hábitos, se debe diseñar una dieta ajustada a cada individuo. Además, las dietas deben ser equilibradas y esto dignifica, no eliminar alimentos sino consumirlos todos en cantidades apropiadas.
Por otro lado, para que no se descuide la salud en el intento de adelgazar, es siempre aconsejable no perder peso de manera brusca. Se estima que una pérdida superior al 1% del peso corporal actual por semana genera una disminución mayor de músculo y hueso que de grasa, lo cual reduce el metabolismo basal, coloca al organismo en una función de ahorro de energía y además, pronostica un efecto rebote posterior.
Asimismo, una dieta adecuada y saludable para perder peso debe ser sostenible en el tiempo, de manera que podamos gradualmente reducir el peso corporal sin sufrir, pues si sentimos que estamos haciendo un sacrificio, pasando hambre y somos bichos raros por comer aquello que nos indica la dieta, difícilmente podamos continuar con esa estrategia mucho tiempo.
Por último y principal, la dieta que nos permita bajar de peso sin descuidar la salud será aquella que modifique efectivamente nuestros hábitos alimenticios, enseñándonos a convivir con todo tipo de alimentos, demostrándonos que es posible disfrutar de la comida y comer de todo cuidando la salud y alcanzando un peso saludable.
Todo esto que caracteriza a una dieta saludable es justamente lo que no poseen las dietas milagro, entonces, si buscamos razones para huir de las dietas milagro, claramente sobran y podemos decir que propician la carencia de nutrientes, alteran el metabolismo de nuestro cuerpo, generalmente juegan con nuestra salud a favor de ganar dinero, no modifican hábitos alimenticios, nos frustran, nos hacen sufrir por restringir al máximo nuestra alimentación y muchas veces, por hacernos pasar hambre. Como si fuera poco, nos condicionan a un efecto rebote gran número de veces, lo que significa que lejos de ayudarnos las dietas milagro nos hacen engordar.
En una primera instancia, las dietas milagro lucen muy atractivas ofreciéndonos una mágica solución para perder peso sin esfuerzo. Una vez comenzada la dieta sentimos que no es tan sencilla sostenerla como pensábamos, pero aun así, nos sentenciamos “lo aguantaré, sólo son dos semanas…”. Así, desde un principio de la dieta milagro tenemos la mentalidad en su fin, porque cuando acabe podré relajarme, dejar de autoprohibirme comer pan que tanto me gusta, o podré dejar de cocinar sólo para mi, diferente del resto de mi familia.
Y finalmente, cuando la dieta milagro llega a su fin, nosotros lejos de disfrutar el menor peso logrado, compensamos el tiempo de restricción con un descontrol alimentario y nuestro cuerpo que se asustó ante tanta reducción de combustible, ahorra más y se prepara para un nuevo período de escasez. Así, la dieta milagro no deja otra cosa que un peso igual o superior al que teníamos al iniciarla, no nos ayuda a controlar lo que comemos sino que por el contrario, favorece el descontrol y además, asusta y altera al metabolismo de nuestro cuerpo.
Son razones más que suficientes para que en esta época del año en que todos queremos perder ya unos kilos de peso, te recomendemos guardar calma, tener paciencia y alejarte de las dietas milagro.
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