Hace unos días leía que la marca de preservativos Control ha sacado una aplicación gratuita llamada "Orgasmómetro" que, como bien habréis adivinado, sirve para medir la duración e intensidad de un orgasmo durante el acto sexual, ¿cómo? Pues registrando la intensidad sonora, el ritmo y la duración, mostrando los resultados al final.
Por si esto no fuera suficiente, el Orgasmómetro tiene también un ranking donde puedes comparar tus resultados con los de otras parejas, a modo de competición, divididas por provincia y por rangos de edad, para más detalles. Está claro que el Orgasmómetro es una forma de publicidad de la marca Control, pero me entró curiosidad sobre si la gente descargaba o no dicha app y sobre todo, si habría usuarios dispuestos a pagar por algo así. Y los hay, vaya si los hay.
Activar la app, bajar la libido
No se me ocurre algo más drástico para cortar el rollo que el que un tio me diga "Voy a encender el Orgasmómetro para medir nuestros orgasmos". Bueno sí, quizás que te diga "Antes de empezar, debería hablarte de mis berrugas" o "¿Te importa si me visto como Mary Poppins?". Y lo peor, en el extremo caso de que lleves algo así como seis años de sequía y diera de lo mismo que enchufe la aplicación o no, sería que después te dijese: "¿Comparamos los resultados en el ranking?".
Porque vamos a ver, ¿qué clase de persona tiene la necesidad de medir algo tan íntimo y, encima, compararlo? ¿Qué tipo de infraser tiene el ego tan por los suelos que necesita que una aplicación le diga que lo ha hecho bien? Y en el caso de que sean dos personas en una relación de hace años y no estén utilizando esta aplicación de "modo irónico para echar unas risas", ¿qué tipo de comunicación tienen?
Y por último: vale que te lleves el teléfono al cuarto de baño, que necesites responder urgentemente a ese whatsapp mientras tomamos café pero, por favor, ¿es necesario el smartphone en la cama? Es el trío menos excitante de la historia, compartir cama con tu iPhone.
Resultados ¿concluyentes?
Vale, vamos a dejar a un lado el plano psicológico de las personas que utilizan esta aplicación y vamos a centrarnos en la aplicación en sí. ¿Qué mide y cómo lo mide? ¿Mide los gritos? ¿Mide los aullidos? ¿Es eso una medida que, sí o sí, se relacione directamente con la pasión y sobre todo, con el resultado? Mide algo cuantitativo, tangible, algo que todos podemos comprobar. Mide quizás el tiempo, o sea, la resistencia, algo que la pareja ya debe saber sin necesidad de utilizar una aplicación (o utilizando simplemente un cronómetro).
La aplicación no mide la calidad, para medir algo así tendrían que estar presentes Master & Johnson cuando te acuestas con tu pareja. Y no nos olvidemos, que no todos reaccionan igual: hay quien arman un escándalo y quienes son más silenciosos, hay quienes gritan y hay quienes susurran. Vamos, que se me ocurre que para destacar en los rankings de esta aplicación lo mejor debe ser imitar a dos monos rabiosos puestos de Viagra.
Y nos olvidamos de un factor igualmente importante: ponerse una meta en el sexo como es llegar al orgasmo, igual que te pones metas en la oficina o en la vida en general, hará que no disfrutes realmente del momento. Convertir la actividad sexual es un deber es toda una faena, ¿no os parece?
En definitiva, que el Orgasmómetro es simplemente un sensor de sonido y movimiento y sus resultados no serán en ningún caso concluyentes de nada. Pero como ya adelantábamos, seguramente sea una estrategia de Control para vender más preservativos y no imagino que la gente realmente se lo tome en serio. ¿O sí?
Los que se lo toman (un poquito) en serio
Existe una aplicación llamada Passion que cuesta 0,99 céntimos en la app store, funciona prácticamente igual que la de gratuita de Control, la diferencia es que salió hace unos cuantos años antes y que al final te ponen una nota del 1 al 10, como si estuvieras en el colegio. Lo que haces es dejar el móvil en la mesilla de noche (o en el salpicadero del coche, yo que se) y pararla al final del acto. Mide básicamente lo mismo que la otra.
Los comentarios de los compradores no tienen desperdicio: hay quienes dicen que son los 0,99 céntimos más desperdiciados de sus vidas, pero hijo mío, ¿qué esperabas? ¿que una aplicación te convirtiese por arte de magia en un Don Juan? Y hay otros usuarios que recomiendan para este tipo de prácticas descargar otra aplicación similar Spreadsheets, para medir tu rendimiento en la cama y también de pago.
Según su página web: "Spreadsheets es una aplicación móvil que monitoriza tu rendimiento y da un feedback estadístico e histórico", con un diseño mucho más interesante que la fealdad que es Passion, Spreadsheets está teniendo por lo visto muchísimo éxito. Lo novedoso de esta aplicación es que te da puntos, por ejemplo, te puntúa más si tienes sexo un domingo por la tarde que si lo tienes un lunes por la mañana.
Los creadores de Spreadsheets, que parecen menos espeluznantes que los de Passion y menos propagandísicos que Orgasmómetro dicen que esta aplicación está destinada para parejas "con sentido del humor", hasta aquí todo bien y que tengan "ganas de mejorar su vida sexual con algo de sana competitividad con las amistades si decides compartir tus estadísticas". ¿Os imagináis las cenas de parejas de amigos? ¿Las conversaciones por whatsapp? "Oye, he visto que has estado 50 minutos con tu novia el lunes por la mañana, a ver si a Pepa le apetece esta tarde y os batimos el record". Vamos, que convierte tus relaciones sexuales en el nuevo Angy Birds. Como diversión de pareja no lo veo mal, pero el modo competición me parece demasiado extimista.
No tengo muy claro que en mi grupo de amigos, donde ya hubo crisis cuando el whatsapp se hizo de pago, vayan a triunfar este tipo de aplicaciones, ¿y en los vuestros?
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