Hace un tiempo atrás os contábamos algunos recursos que según la ciencia, ayudan a comer menos. Sin embargo, también existen hábitos, factores y alimentos que pueden hacerte comer más y que son los que debemos conocer y evitar si buscamos estar en forma.
Si comemos más allá de nuestras necesidades porque diferentes factores de nuestro cuerpo o del ambiente influyen en nuestros deseos de comer, fácilmente caeremos en un exceso que a largo plazo puede implicar un sobrepeso o una barriga prominente debido a la acumulación de grasas en el organismo.
Por ello, debes conocer estos factores que pueden hacerte comer de más:
Estrés
Es una de la razones por las que solemos engordar cuando estamos estresados, pues se ha demostrado que las alteraciones hormonales que provoca el estrés nos incentivan a comer más.
Por un lado, porque comemos para sentir placer y reducir el cortisol, por ejemplo, con alimentos dulces. Pero también, el estrés vuelve más apetecible y menos saciantes los alimentos lo cual sin duda puede incentivarnos a comer más allá del hambre.
Entonces, si queremos moderar la cantidad que comemos, nada mejor que mantener bajo control el estrés en nuestra vida, de lo contrario, será muy complejo comer con moderación y de buena calidad.
Descanso insuficiente
Si dormimos poco o mal, es probable que los niveles de cortisol se incrementen provocando las consecuencias propias del estrés, pero además, los patrones de sueño alterados pueden modificar hormonas que regulan el hambre.
Así, la privación del sueño conlleva un incremento de hormonas que provocan hambre y apetito y la disminución de aquellas que producen saciedad. El resultado: un aumento en lo que comemos.
Si queremos comer lo justo y necesario y no excedernos con las comidas, lo mejor es no sólo cuidar los alimentos sino también, dormir entre 7 y 9 horas cada noche.
Comer rápido
Comer a gran velocidad puede ser otro factor que conduce a comer más, pues un estudio en la revista Nature señala que la breve exposición del alimento en nuestra boca envía señales sensoriales insuficientes para producir saciedad.
Así, nos saciamos menos y comemos más cuando lo hacemos a gran velocidad. Por el contrario, comer despacio puede ser clave para comer menos.
Entonces, masticar bien, beber agua entre un bocado y otro, dialogar con otros comensales o emplear cubiertos pueden enlentecer la ingesta y ayudarnos a no comer en demasía.
Variedad en una comida
La gran variedad en una misma comida o la presencia de platos o alimentos con diferentes sabores, puede incentivarnos a comer más tal como ha sido demostrado cuando sólo se añadían condimentos a las patatas fritas o cremas al brownie.
Es decir, si nos sentamos a desayunar y tenemos además de pan, fruta, leche, bollo, chocolate, es probable que comamos más que si sólo tenemos un tazón de un yogur mezclado con frutas y cereales.
Esto se debe a un proceso denominado saciedad sensoroespecífica que hace referencia a que nos saciamos de un sabor, pero ante la presencia de otro diferente, podemos continuar comiendo aun cuando ya no tenemos hambre.
Exceso de comida basura
Un consumo habitual y prolongado de comida basura, cargada de grasas, azúcares y sodio, puede conducirnos a comer más y más, pues estos nutrientes presentes en la mayor parte de los platos de "fast food", pueden generar adicción en nuestro organismo.
Además, los alimentos cargados de calorías y grasas consumidos de forma habitual pueden "enloquecer el cerebro" de manera tal que nuestro cuerpo ignore señales de saciedad y por lo tanto, coma más aun cuando ya debería estar saciado.
Por eso, evitar los alimentos procesados y la comida basura colmada de nutrientes que pueden generar adicción es de mucha ayuda si no queremos comer en exceso.
Éstos son algunos factores que pueden hacernos comer más y favorecer así, el exceso calórico que finalmente desencadena la tan odiada barriga o un sobrepeso que poco contribuye a que logremos un cuerpo en forma.
Por eso, si quieres comer acorde a tus necesidades sin caer en excesos, lo recomendable es que evites estos factores que nos empujan a comer más y más.
Bibliografía consultada | Physiology & Behavior,Volume 91, Issue 4, 24 July 2007, Pages 449–458; Psychoneuroendrocrinology, 34: 540, 2009; Nature Reviews Endocrinology 6, 290-293 (May 2010) | doi:10.1038/nrendo.2010.41; Physiology & Behavior, Volume 97, Issue 1, 20 April 2009, Pages 44–51.
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