La cerveza siempre ha sido responsable de la barriga que muchos cargamos, sobre todo, en verano en que su ingesta suele ser más frecuente, sin embargo, la barriga cervecera, ¿realmente existe? o, ¿se trata de una gran mentira?
Cerveza: alcohol, hidratos y calorías
La cerveza tradicional, es decir, no aquella sin alcohol o light, se caracteriza por ser una bebida producida a partir de la fermentación alcohólica de un cereal, por ello, además de tener alcohol, posee un mínimo de hidratos de carbono que junto a las calorías que aportan ambos componentes, son quizá, los responsables de su mala fama.
Sin embargo, si analizamos las diferentes bebidas alcohólicas, la cerveza es una de las opciones con menos calorías y mejores nutrientes que tenemos a nuestra disposición, no sólo porque aporta sólo 43 Kcal por cada 100 ml, que es igual a lo que ofrece un zumo de naranja o una bebida deportiva, sino que además, posee muy pocos hidratos, y es fuente de vitaminas y minerales buenos para el organismo tales como potasio, vitaminas del complejo B y selenio.
Por supuesto, de todos sus componentes nutritivos, quizá el alcohol resulte el más controvertido, pues como hemos explicado en otra ocasión, no sólo aporta calorías sino que además, impide la utilización de grasas como fuente de energía y se roba de nuestro cuerpo algunos nutrientes y antioxidantes que pueden ayudarnos a cuidar la salud y lucir guapos.
Por ello, más allá de su escaso aporte de hidratos, por contener alcohol la cerveza siempre se ha asociado a la distensión abdominal y a la llamada "barriga cervecera". A continuación te mostramos qué hay de cierto en su desarrollo.
Barriga cervecera, ¿gran mentira o lamentable realidad?
Aunque desde hace mucho tiempo atrás la cerveza se ha vuelto la culpable de nuestra barriga, nosotros sabemos que de ser responsable del aumento de nuestro vientre, ésta no sería la única, pues otras bebidas alcohólicas, la ingesta de alimentos en exceso y de mala calidad, así como una mala postura y el sedentarismo también pueden originar una prominente barriga.
Sin embargo, desde hace ya tiempo atrás, un estudio señalaba que el consumo moderado de cerveza no se asocia a mayor peso corporal y de igual forma, una investigación más reciente concluye que su ingesta moderada no modifica la composición corporal en adultos sanos, es decir, no estaría asociada a mayor acumulación de grasa en el cuerpo.
No obstante, también hay estudios que han observado lo contrario, encontrando que un consumo de 1000 ml por día de cerveza se asocia a mayor peso corporal y mayor aumento de la circunferencia de cintura, sin embargo, el vínculo entre mayor barriga y consumo de cerveza no se visualizó en quienes no aumentaron de peso.
Claro que, en este último estudio, la ingesta de cerveza era mucho más que moderada (1 litro por día), y un consumo superior a las 21 unidades de alcohol por semana se vincula a mayor riesgo de incrementar la grasa corporal y sobre todo, de hacerlo en la zona abdominal o central del cuerpo.
Por otro lado, una investigación concluye después de analizar diferentes estudios que la cerveza puede ser igual de beneficiosa que el vino tinto si se consume con moderación al asociarse a mejor salud cardiovascular, mayores niveles de antioxidantes y hasta a menor riesgo de sufrir enfermedades degenerativas. Incluso, ha ha vinculado a esta bebida alcohólica con menor riesgo de sufrir obesidad.
Entonces, después de ver lo que la ciencia nos dice al respecto, podemos concluir que la barriga cervecera es en realidad, una gran mentira si hacemos un consumo razonable de esta bebida, pues como hemos visto, los estudios que analizan un consumo moderado de cerveza sólo muestran beneficios y nulo vínculo con un mayor peso o grasa corporal, pero si nos excedemos con su ingesta, claramente sufriremos consecuencias.
Como en todo, los excesos no son buenos, y con la cerveza sucede lo mismo, si sabemos beberla con moderación en el marco de un estilo de vida sana, no seremos víctimas de la mal llamada "barriga cervecera" a la que tanto tememos.
Un consumo moderado
De todo lo visto, nos debe quedar claro que para no sufrir un aumento de peso ni el incremento de nuestra barriga, es fundamental además de alimentarnos sanamente y de ejercitarnos con regularidad, hacer un consumo moderado de la cerveza como de otras bebidas alcohólicas. Esto sería equivalente a beber unos 330 ml diarios o menos de cerveza.
Claro está que si además de beber una cerveza cada día nos alimentamos en exceso y con platos de mala calidad y somos totalmente sedentarios, podemos sufrir una barriga prominente en nuestro cuerpo que, por supuesto, no es a causa de la cerveza, sino de otros componentes de nuestro estilo de vida.
Entonces, la cerveza no es responsable del desarrollo de barriga si sabemos consumirla con moderación en el marco de un estilo de vida sano. Además, siempre podemos escoger cerveza sin alcohol que posee todos los beneficios de la cerveza tradicional con menos calorías y sin nada de alcohol que impida la quema de grasas.
Ya sabes, un consumo moderado de cerveza o la ingesta de cerveza sin alcohol y la barriga cervecera es una gran mentira, salvo que nos excedamos con su ingesta tal como se desaconseja con cualquier bebida alcohólica.
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Volume 22, Issue 1-4, pages 303–310, 2004
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