El HIIT o entrenamiento a intervalos de alta intensidad es bien conocido como el método más efectivo para quemar grasas, sin embargo, sus beneficios van más allá y hoy te mostramos otras ventajas de trabajar con rutinas HIIT para ponerte en forma.
Favorece la ganancia de músculo y potencia muscular
Un estudio realizado con atletas el año pasado evaluó los cambios en los niveles de potencia muscular antes y después de realizar un entrenamiento HIIT por seis semanas y las conclusiones fueron muy positivas, encontrando además de ganancia de potencia que es la relación fuerza- velocidad muscular, un incremento en los niveles de testosterona libre.
La testosterona es una de las hormonas clave para ganar músculo, de allí que el HIIT, más allá de permitirte quemar grasas, puede ser clave si buscas hipertrofiar o ganar fuerza y potencia a nivel muscular.
Te ayuda a rendir más en tu deporte preferido
Más allá de la quema de grasas y de permitirnos mejoras en la composición corporal, entrenar con rutinas HIIT permite ganar capacidad aeróbica, anaeróbica y neuromuscular lo cual como concluye un estudio de Fin de Grado, puede ser de utilidad para optimizar el rendimiento físico.
Sea cual sea nuestro deporte preferido, pero específicamente aquellos de perfil intermitente como lo es el entrenamiento HIIT pueden verse beneficiados con la práctica de este último, ayudándonos a ganar rendimiento y a desempeñarnos mejor al momento del esfuerzo propiamente dicho.
Mejora la función cardiovascular y reduce el riesgo de enfermedades
Si entrenas para cuidar tu corazón o controlar enfermedades cardiovasculares preexistentes, el HIIT también tiene mucho para ofrecer en este sentido, pues como señala una investigación publicada en Sports Medicine su práctica mejora la función vascular y otros parámetros relacionados con el origen de enfermedades cardíacas.
El entrenamiento HIIT reduce la inflamación y el estrés oxidativo, parámetros que en exceso contribuyen al desarrollo de enfermedades cardiovasculares o al desarrollo de aterosclerosis que después condiciona la función vascular y cardíaca.
Asimismo, el entrenamiento a intervalos de alta intensidad mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la presión arterial con lo cual, reduce factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares también.
Ayuda a comer menos
El ejercicio beneficia de diferentes formas nuestro cuerpo y por ello es clave para controlar el peso corporal, y el HIIT no es la excepción sino que ha demostrado en un estudio publicado en 2015 que favorece la regulación del apetito.
La práctica de entrenamiento a intervalos de alta intensidad ayuda a comer menos tras una oferta de comida sin límites, lo cual contradice la creencia de que cuántas más calorías quemamos o más duro trabajamos más hambre tenemos.
Aunque se desconocen bien los mecanismos por el cual el HIIT reduce el apetito, es probable que modifique hormonas que regulan hambre y saciedad en el organismo.
Te incentiva a mantenerte activo
El HIIT, adaptado a cada persona y objetivo específico, puede ser un entrenamiento apto para todo público, excepto quienes son totalmente sedentarios y necesitan ganar condición física primero.
Sin embargo, el HIIT es una de las mejores formas de acabar con todas las excusas, pues su práctica no sólo te ayuda a quemar muchas calorías y grasas, sino que puede ofrecer todos los beneficios antes nombrados y además, no requiere de equipamiento sofisticado ni mucho tiempo, por lo que puedes realizar rutinas HIIT en la comodidad de tu casa y en un breve período de tiempo.
Así, el HIIT favorece la adherencia a un programa regular de entrenamiento y te incentiva a mantenerte activo acabando con todas las excusas posibles.
Si buscas un entrenamiento completo y hace ya un tiempo que realizas ejercicio, quizá el HIIT puede ser la mejor opción para ti aunque lo que busques no sea quemar grasas.
Por supuesto, siempre es importante planificar bien las rutinas HIIT que vayamos a realizar y en lo posible, acompañar su práctica con otro tipo de actividades o métodos de entrenamiento que permitan obtener aun más beneficios que los antes dichos.
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Bibliografía consultada | Endocrine Connections 6(7):430-436, August 2017; Sports Medicine 45(5) · March 2015, DOI: 10.1007/s40279-015-0321-z; Br J Sports Med, 2017;51:494–503; Medicine & Science in Sports & Exercise, 2015, 47 (11). pp. 2441-2449 y Applied Physiology, Nutrition, and Metabolism, 2014, 39(3): 409-412, https://doi.org/10.1139/apnm-2013-0187.
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