Las estrellas del rock llevan pasadas de moda desde finales de los años 80. Su estilo mola y molará siempre, no hace falta más que echar un vistazo al mismísimo Mick Jagger para darse cuenta de que el tío sigue siendo lo más, lo mismo le pasa a Bowie y, si escogemos un ejemplo de alguien que tenga menos de 250 años, tenemos a Alex Turner de Arctic Monkeys (ex novio de Alexa Chung), a Brandon Flowers de The Killers y su horterismo hipnótico o a Fabrizio Moretti de los Strokes, guapo entre guapos. Pero el rollo de destrozar habitaciones de hotel, romper guitarras eléctricas, beber como cosacos y acostarse con modelos es cosa del pasado: ya no son lo que eran.
En los 90, encontramos que los brokers eran los nuevos rockstars: actores como Christian Bale en American Psycho o Leonardo Dicaprio en El lobo de Wall Street han retratado muy bien la vida de desenfreno, cocaína y millones de dólares que llevaban estos personajes. Pero no eran personajes públicos (o no tanto), de modo que no pudimos idolatrarlos.
Hoy en día que está en boga el estilo de vida saludable, de disfrute de los pequeños placeres de la vida ya sea a través de una escapada, de una copa de Chardonnay o de un buen queso, del sibaritismo exacerbado. Los mejores representantes de este way of life son los chefs, que desde hace diez años, quizás por el auge de las nuevas tecnologías o el creciente interés por la gastrocultura, se están convirtiendo en celebrities (celebrities no muy mainstream, pero celebrities). Hoy hablamos de algunos de estos chefs: los nuevos reyes del mambo.
Sergi Arola: el canallita
Sergi Arola lo tiene todo para ser una superestrella: discípulo de Ferrán Adrià, propietario de Gastro (sí, el famoso restaurante con dos estrellas Michelín que le precintó Hacienda) y de la cadena de tapas de diseño Vi cool que sigue abriendo establecimientos alrededor del mundo es además, un chef mediático que ha participado en varios programas de televisión que todos conocemos y que se reproducen en todas las cadenas posibles.
Sergi Arola representa a la perfección el estilo "canallita" o el que más se acerca al de los rockstars: con sus tatuajes, su barbita, sus pendientes y anillos, su Harley Davison (esa que vendió por Twitter) y sus estrellas Michelín. Y oye, su idilio con Lidl lo que ha hecho ha sido convertirle en una especie de José Coronado del mundo de la cocina (ahora te anuncio un yogur, ahora gano un Goya).
Jordi Cruz, el masterchef
Lunes tras lunes tenía a mis amigas pegadas a la pantalla del televisor y smartphone en mano para comentar Masterchef, muchos de los mensajes que solía recibir eran sobre Jordi Cruz más que de lo que sucedía en el programa: que si qué borde, que si qué mono, que si qué hombre. Supe que había nacido una estrella. Y es que Jordi Cruz tiene su aquel y efectivamente, nos gusta la vena borde que sacan los chefs en esos programas, nos gusta ver cómo machacan a los concursantes. Si no les machacaran cuando presentan platos combinados cuando les alaban por hacer un plato "digno de cualquiera de mis restaurantes" no nos los creeríamos. La fama cuesta.
Pero hablemos de Jordi Cruz (el chef, no el presentador de Art Attack, que seguro que estabais muy confundidos) el chef más joven de España y segundo del mundo en recibir una estrella Michelín (aunque ya tiene cuatro) que ha enamorado a las señoras (y no tan señoras) gracias a su aparición en la tele. El pelo de Jordi Cruz es lo que no me termina de convencer parece que nunca termina de domarlo, el resto es muy aceptable aunque a veces lleve mucho ese look teenager de americana y camiseta.
Dario Barrio, el yerno perfecto
Dario Barrio es el hombre al que te echas de novio y tu madre adora al instante: guapo, simpático y encima, cocinero (que a él no le mola que le llamemos chef). No se puede pedir más. Dario Barrio empezó a convertirse en celebrity con el programa de Cuatro "Todos contra el chef", después tuvo su propio programa de cocina que favoreció que aquellos que queríamos ponernos a hacer un buen plato no tuviéramos que escuchar los chistes de Arguiñano y finalmente dio el salto (¡ja!) a la parrilla nacional con su participación en Splash! Famosos al agua. Chico todoterreno.
Pero no olvidemos que lo suyo son los fogones y no las piscinas y que desde 2004 posee el restaurante dASSA bASSA en Madrid, antes de esto forjó su carrera en Suiza, Estados Unidos, Francia y Reino Unido, siguió aprendiendo con Ferrán Adrià y Pedro Larumbe hasta abrir su restaurante.
En cuanto a estilo, a Dario Barrio se lo rifan como imagen distintas marcas deportivas, gracias a su estilo de vida (echando un vistazo rápido a su Twitter ya te das cuenta de que el chico no para), amante del riesgo y la aventura le encontrarás con ropa cómoda, de corte deportivo y en los eventos siempre tira por lo clásico. ¿El plus? Si a los tatuajes le sumamos la barba que se dejó hace unos meses ya tenemos al Dario Barrio más hipster.
Alex Atala, el cocinero punk
La estética de Alex Atala encajaría más dentro de un grupo punk que en una cocina y tampoco ando mal encaminada porque el chef más famoso de Brasil y propietario del restaurante d.o.m llegó a la cocina un poco de casualidad: antes fue DJ y también pintor de brocha gorda en Bruselas, para que su visado no caducase, decidió apuntarse a un "cursito de cocina", ahí es nada. ¿Es o no es punk el tío?
En Francia trabajó en el restaurante de Jean Pierre Bruneau con tres estrellas Michelín y para que os hagáis una idea, Alex Atala es algo así como el Ferrán Adrià brasileño, ya que combina a la perfección los sabores tradicionales de la cocina brasileña con un gran nivel de creatividad.
Rubio y también súper tatuado, Alex Atala representa la vanguardia en cocina y en estilo: hacer de lo tradicional algo completamente nuevo.
Jamie Oliver, el caballero
Jamie Oliver es el cocinero más famoso de todo Reino Unido gracias a sus quinientos programas para la BBC, es además Miembro de la Orden del Imperio Británico (seguro que le ha cocinado algo a la Reina o incluso le ha hecho a Harry un buen plato de pasta para la resaca) y según The Sunday Times se encuentra en la lista de los británicos más ricos menores de 30 años. Con semejante currículum teníamos que incluirle en nuestra lista de rockschefs.
Su estilo, utilizando un eufemismo es "muy británico": los británicos son capaces de sacar lo mejor y lo peor de sí mismos, he visto a hombres impecablemente vestidos y a otros que parecían recién salidos de una secadora en la que han tenido que agarrar prendas al vuelo para ponerse algo encima. El caso es que a Jamie Oliver le podremos ver bien vestido en algunas ocasiones y en otras le veremos siempre con una camisa a cuadros a la que tiene más amor que a la mezcla de la cocina italiana con la asiática.
Gordon Ramsay, el guilty pleasure
El MasterChef americano cuenta con el prestigioso chef escocés Gordon Ramsay que en toda su carrera ha sido condecorado con dieciséis estrellas Michelín (WHAT? Si, dieciséis) que además también protagoniza todos los programas del mundo entero sobre cocina (menos los que protagoniza Chicote en España, había lucha de egos).
Su temperamento y su personalidad malhablada que tiende al dramatismo extremo le han valido para ganarse el corazón de miles de espectadores que disfrutamos viéndole gritar a todo el mundo en la cocina. Es además un tipo con clase, la elegancia del mundo de la cocina (aunque grite). Es además, amiguito de los Beckham, ¿os imagináis gritándole a Victoria porque no está sirviendo el pescado correctamente? Yo sí.
Los chefs tienen un punto enorme a su favor: nos conquistan por el estómago y con eso ya está casi todo ganado. Si además añades unos tatuajes, una barbita y algo de carisma, ¿para qué pedir más? Bienvenidos a la era de los rockstars de la gastronomía.
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