Desde la reciente colaboración del diseñador turco-canadiense con H&M, Erdem está en boca de todos. Ahora, con su presentación dentro de la Semana de la Moda londinense, demuestra una interpretación magistral de la Belle Époque escogiendo como punto de partida la historia de dos hombres arrestados en Londres en 1870 por vestir ropa de mujer.
Erdem Moralioglu presenta una colección llena de personalidad para la Primavera-Verano 2019. Escogiendo como musas a dos hombres victorianos, dibuja sobre la pasarela una visión de la Belle Époque llena de fuerza y trae por primera vez a dos hombres vestidos de mujer a desfilar junto a las modelos. Algo que irremediablemente recuerda a los desfiles del cordobés Palomo Spain (quién ya lo lleva bastante tiempo haciendo), pero que se diferencia claramente por la elección mayoritaria de looks mucho menos atrevidos.
Su enfoque se mueve al compás de lo que conocemos como propio de la firma, manteniendo la estética romántica y elegante. Moralioglu continúa su apuesta por el encaje y los estampados florales como parte importante de los códigos visuales e incorpora elementos victorianos más exagerados como los lazos XXL y el terciopelo negro.


La parte más atrevida de la colección la protagonizaron un vestido con escote bardot y mangas abullonadas y los vestidos de escote palabra de honor acorsetados cuyo largo se acortó en ciertos momentos del desfile sustituyéndose siempre por el escote superior.




Pero además de aportar una visión al vestir femenino de la época, el diseñador consideró oportuno mirar a los ojos al código de vesturario masculino. Lo que dio como resultado vestidos con solapas y botones y propuestas de dos piezas de print a cuadros. Toda una reivindicación de la sastrería masculina.


¿Es esto una apuesta por el vestidor unisex?
Fotos | Imaxtree
En Trendencias | La exquisitez repetitiva de Delpozo nos sigue emocionando, aunque esperamos ese cambio que nos vuelva a dejar sin palabras
Ver 1 comentario
1 comentario
sakurahime
Patricia, no te tomes lo que voy a decir por una crítica, pero observo que cuando menos se espera asoma la patita el lobo machista, incluso cuando lo que se promueve es, no ya la igualdad, sino la abolición de los géneros, lo que en el mundo de la moda y la estética quiere decir incorporar a los individuos del género masculino al entorno de los vestidos, corsetería, peinados, maquillaje, joyería, etc. tradicionalmente considerados femeninos. Viene esto a cuento porque describes a Erdem como turco-canadiense porque nació en Canadá y es hijo de un padre turco cuando con el mismo fundamento se podría decir que es anglo-canadiense, porque su madre es inglesa. Es evidente que ha pesado más el origen del padre que el de la madre, lo que puede deberse también a que los ingleses están muy vistos y los turcos nos parecen más exóticos. Quizás sería mejor decir, simplemente, que es un diseñador canadiense.