El champán Krug - la única maison de champagne que sólo elabora Champagnes de Prestige, todos los años, desde su fundación en 1843 -, acaba de abrir el Krug Bar del Hotel Ritz de Madrid. La historia de la casa Krug sólo se puede entender si comprendemos la filosfía y la visión de su fundador, Joseph Krug, para quien la esencia del champán era el placer que proporcionaba. Por este motivo, Joseph Krug se propuso como objetivo ofrecer a sus clientes lo mejor de cada añada, independientemente del tiempo que hubiese hecho ese año, evitando la espera de una buena cosecha para elaborar un buen champán.
Para lograrlo, el maître de cave utiliza un método absolutamente único, pero marcado por la obsesión por el detalle y la búsqueda permanente de excelencia. ¿Cómo? Pues con un respeto absoluto por la individualidad de cada viñedo, y una filosofía al servicio de la más alta calidad, medante el assemblage o mezcla de vinos, y el larguísimo tiempo de maduración de estos champagnes en sus bodegas.
La inciativa de abrir el Krug Bar en el Hotel Ritz surgió de un encuentro afortunado entre Margareth Henríquez, presidenta de Krug, y Christian Tavelli, director del hotel mientras disfrutaban de una copa de Krug en el hall del hotel, ya que ambos coincidieron en reconocer que el placer de degustar una copa de champán debía realizarse en un marco excepcional como es este hotel de lujo construido en 1910, y localizado en el Triángulo de Oro de Madrid donde, además de la perfección en el servicio y un enorme respeto por la materia prima, disfrutan también del buen hacer de la enóloga Gemma Vela, ganadora del Premio Mejor Sumiller de la Real Academia de Gastronomía.
Además de poder disfrutar de la exclusividad del Krug Bar, las personas que estén en el hall de este emblemático hotel también podrán disfrutar del Krug Grande Cuvée por copa (50,00 euros) o maridándola con ostras (12 piezas 48,00 euros), con jamón ibérico de bellotas servido con pan de cristal y tomate rallado (44,00 euros) o con caviar (Caviar Per Sé 90,00 euros, Caviar Beluga 170,00 euros, Caviar Imperial 190,00 euros, 30 gr), mientras se disfruta de la música de fondo de un piano de cola que hará que las notas del champán se amplíen hasta adquirir toda su dimensión poética.
Lo mejor de todo es que, a partir de ahora, podremos conocer la historia de cada botella gracias al Krug ID Code impreso en la contraetiqueta. Como no hay dos iguales, bastara con entra en la página web de la maison, utilizar una App parecida a la del código Bidi y luego ya sólo tendremos que pinchar sobre el código de barras para que el ID de la botella nos cuente con qué uvas se formuló, sus porcentajes y un sin fin de informaciones la mar de interesantes que conviene saber antes de descorchar la botella, para observarlo, olerlo y degustarlo con todos los sentidos.
Más información | Champagne Krug
Más información | Hotel Ritz
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