Una vez más se demuestra que el lujo no va vinculado al buen gusto, no hay sino que ver este diseño de Damien Hirst, un artista británico que se ha financiado a sí mismo para hacerla.
La obra llamada For the love of God está valorada en 98 millones de dólares, está basada en la cadavera de un joven varón que vivió en el siglo 18, y hecha con más de 8600 diamantes y otras joyas como la que adornan su frente o los ojos, que intentan y consiguen casi a la perfección imitar la estructura del original...