El contexto lo marca todo. Así como en la Alta Costura de Dior sigue sin cuajar la visión cercana de Raf Simons, en las colecciones pensadas para ocasiones más informales el belga logra encontrar el estilo moderno de una firma mítica. Para ello se tiene que ir a desfilar a Brooklyn, con una lista de invitadas exclusivas y reconocer la inspiración de la cultura estadounidense y el pop, según sus propias palabras, dejando al pañuelo y sus estampados como tema central de la colección Crucero 2015. El futuro de Dior es fácil: cambiar París por Nueva York.
Fotos | Dior