¡Que den comienzo las rebajas!, esa época en la que nuestra vena consumista se mezcla con la pasión por la moda, la necesidad de renovar armario y el “mira qué mono esto y que rebajado de precio está”, para dar lugar a un período de compras compulsivas de las que no siempre salimos bien paradas. ¿Abrimos la temporada de promesas?, mejor reírse un poco de las que nos hacemos año tras año y rara vez cumplimos.
“Este año compro sólo lo imprescindible”
El tópico de los tópicos, el súmmum de los mitos, un cuento chino que nos repetimos cada época de rebajas y que pocas cumplen a rajatabla. Porque los números rojos seguidos del símbolo del tanto por ciento que indica el descuento son tentadores, y mucho.
Con una amiga, tu madre, hermana o vecina del quinto. No hay año en el que no repitas esta manida frase, y sin embargo, ¿cuántas veces has conseguido llevarla a la práctica?
“Si rebajan ese bolso a mitad de precio me lo compro, si no, no”
Mentira y de las gordas. Sabes a ciencia cierta que el bolso de tus ojos no va a lograr un descuento del 50% ni aunque cruces los dedos con todas tus fuerzas, no obstante tú intentas prometerte a ti misma que no acabará en tu armario a menos que así sea. Un fail en toda regla, lo comprarás y lo sabes, sino, ¿por qué has estado toda la temporada detrás de él, lo has observado desde el escaparate y has entrado en la tienda varias veces para admirarlo?. Definitivamente, será tuyo.
“Esperaré hasta el último día de rebajas para comprarme ese vestido tan caro, estará más rebajado”
¿En serio lo dices?, ¿qué harás cuando comiencen a desaparecer las tallas y en la web de la marca lo cataloguen como “últimas unidades”?, hiperventilar, eso seguro, y acto seguido correr a por la tarjeta de crédito intentando concienciarte de que será la última vez que te permitas un capricho del estilo.
Pd: Intenta no mirar demasiado al importe final del vestido, no esperar hasta el último día de rebajas tiene sus puntos negativos, como que la rebaja es notablemente inferior. Por ejemplo.
“Planificaré mis compras y sólo invertiré en prendas de fondo de armario"
Claro, de ilusiones también se vive, pero ¿lograrás resistirte a esa blusa estampada tan mona y tan de tendencia que viste el otro día en la tienda aquella?, ¿qué me dices de ese par de sandalias gladiadoras que te llevan guiñando el ojo desde el mes pasado?, caerás, seguro. Todas lo hemos hecho alguna vez, no sufras por ello.
“Nada de prendas lisas, ¡hola estampados!”
Sé, sabes y sabemos que esto es de todo menos cierto. Las amantes de las prendas lisas y del estilo minimalista no tenemos remedio, es un hecho, no podemos prometernos algo que sabemos a ciencia cierta que jamás cumpliremos. Las prendas exentas de prints son a nuestro armario lo que la Nocilla a una tostada, cuanta más cantidad, mejor. Suerte si alguna vez entre tanta blusa y vestido de colores planos logra colarse alguna prenda con estampado, suerte la tuya .
Son tantas y tantas las promesas que nos hacemos en rebajas que sería imposible enumerarlas todas. Está claro que la intención es buena, pero no siempre se logra transformarla en hechos. ¿Lo conseguiremos esta vez?
Foto de portada | Cordon Press
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