Miuccia Prada demuestra, colección tras colección, que la feminidad no está reñida con la fuerza, la sobriedad (con excepciones) ni la estética tradicional masculina. La creativa italiana, al frente de la firma desde 1978, es uno de los iconos femeninos más admirados de la industria de la moda y el último desfile de la italiana es una demostración más de su profunda sensibilidad artística.
Para la próxima temporada, Prada propone en la Semana de la Moda de Milán a una mujer que viaja al pasado para buscar su principal fuente de inspiración para el futuro. La propuesta, que destaca tanto por una impoluta paleta cromática en tonos sobrios como por un uso magistral de las tonalidades más femeninas, demuestra que jugar con la moda es mucho más allá que innovar y sorprender con arriesgados (y locos) diseños.
Los primeros looks del desfile invocan una de las tendencias más vistas esta temporada (que, por cierto, ya hemos comentado) protagonizada por un blazer en versión maxi con un cinturón anudado a la cintura. Además, Prada apuesta por cerrar el look con faldas tipo lápiz para formar un dos piezas impecable. Además, suma a la propuesta una prenda clave del momento: el chaleco de punto.
La paleta cromática se caracteriza por el uso del gris (lo vemos, también, en formato estampado de espiga), el negro y el camel. Mayoritariamente estos colores se materializan en looks monocromáticos. Eso sí, el color reluce en pocos estilismos pero lo hace de una forma brillante. Prada convierte en insignia de su propia una serie de blazers XXL de piel bañados en colores de otoño como el malva y el burdeos. Los tres looks formados por estas piezas son, sin duda, la estrella del desfile.
Los abrigos y las chaquetas de pelo siguen la línea de los años 40 y nos recuerdan a las elegantes y majestuosas señoras de la época. Asimismo, otros abrigos y chalecos de la firma se tiñen de colores en piel efecto charol (una tendencia que promete ser muy popular la próxima temporada).
Los flecos han sido una de las claves del show. Los vemos tanto en faldas como en formato detalle y sirven para dar dinamismo y movimiento a los diseños. Además, las transparencias elegidas en una serie de faldas y vestidos aumentan la feminidad de la colección y juegan al contraste con las prendas inferiores.
Para la noche, Prada da alas a los vestidos de lentejuelas con transparencias. En concreto, Miuccia nos obsequia con un diseño amarillo y otro malva que nos deja ver las medias de canalé que lucen las modelos (otra tendencia que debemos apuntar en nuestra agenda). Además, respecto a los accesorios, uno de los elementos más originales de la pasarela han sido las corbatas. Los diseños, planteados en diversos colores, ofrecen el toque working woman ideal para elevar la propuesta a un nuevo nivel.
Por último, Miuccia ha logrado integrar la estética de los años 40 en un número de estilismos de carácter sporty donde vemos el uso de materiales como la rejilla, siluetas amplias en forma de camisetas de aires deportivos y un contraste cromático que invade la colección. Si hay algo de lo que estamos convencidas es que el vigente desfile de Prada es un hervidero de tendencias en estado puro.
Larga vida a las creaciones de Prada y al legado de una gran mujer para la industria de la moda como es Miuccia Prada.
Fotos | Imaxtree
