Puede que Dolce & Gabbana se hayan inspirado en grandes divas como Elsa Schiapparelli, en Marilyn Monroe o en Maria Callas para sus colecciones, pero Dsquared2 ha buscado una referencia mucho más cercana en el tiempo: Las hermanas Olsen. Las modelos lucieron los diseños para el próximo otoño-invierno 2009/2010 de Dsquared2 agarrando cafés de Starbucks, llevando periódicos de cotilleos en sus maxibolsos, consultando su Blackberry, fumando y llevando enormes gafas de sol y gorras de beisbol.
Las prendas no pasarán a la historia de la moda, pero el ejercicio de estilismo me parece sobresaliente: multitud de superposición de prendas, luciendo en un mismo modelo camiseta, camisa de cuadros, chaqueta vaquera y cazadora de cuero. Además, las bufandas y los jerséis se llevan al cuello o se anudan a la cintura, en un estilo casual que recuerda al grunge de los años 90.
Se mezclan prendas caras con prendas que parecen baratas, recién sacadas de tu viejo armario y que se encuentran desgastadas y rotas. La ropa es extragrande, tanto los pantalones que se llevan flojos y remangados en el bajo, como los jerséis, que se medio abren para mostrar un hombro.
Hasta los vestidos de noche (que abrieron el desfile en vez de cerrarlo) se llevan en un estilo relajado, combinados con cazadoras de cuero, bufandas, jerséis o cinturones de cuero anudados o bolsos más propios del día que de la noche.
Una colección inspiradora en el sentido de que es fácil repetir los modelos con prendas que tenemos en el armario: pantalones cargos, camisetas viejas, parkas y algo de estampado de leopardo.
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