Prada es una de esas marcas que llevan años marcando tendencia. Las prendas que presentan en sus desfiles predicen lo que veremos en las próximas temporadas en absolutamente todas las tiendas, pero parece que sus resultados financieros no han acompañado en los últimos años (una reducción del 6% en su negocio global en 2016) coincidiendo con sus colecciones menos atractivas. Las prendas llenas de plumas que presentaron el septiembre pasado ya están arrasando de manera especial, fue maravillosa, y estoy seguro que el próximo otoño Prada volverá a alcanzar los números verdes.
Hemos podido ver una colección muy Prada, donde podríamos destacar cómo los tejidos con más cuerpo se han fusionado de manera sublime con aquellos más delicados y especiales. Es una tónica general que podemos ver en todo el desfile, pero lo cierto es que las prendas de mohair con bordados en paillettes son absolutamente alucinantes. Las plumas que tanto éxito le han dado vuelven a estar presente, aunque ahora no sólo encontramos de oca sino que también alguna más rígida como la de ganso o gallo, incluso mezcladas en un mismo diseño. El detalle de los bajos en movimiento evolucionan para el invierno en grandes y coloridas franjas de zorro en abrigos y faldas. El pitón y los pelos de cabra conquistan los bolsos y botas combinando infinidad de colores.
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