Ayer la revista Vanity Fair española organizó un cóctel en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid de lo más surrealista. El dress-code del evento tenía como principal requisito lucir algún toque de surrealismo en los estilismos y desde luego casi todos de los invitados lo cumplieron. Pudimos ver a personajes en su propia salsa ya que el surrealismo forma parte de ellos y otros con toques muy especiales y estilosos. No te pierdas el repaso al photocall de todas las invitadas.
Los mejores looks de la noche
Vega Royo-Villanova fue una de las invitadas más estilosas de la noche, eligió un abrigo-joya y sombrero del peletero Miguel Marinero y unos complementos de color flúor de Dior lo que le aportó el toque chic y surrealista. La periodista Isabel Jimenez fue una de las mejores vestidas encontrando el equilibrio entre moda y surrealismo con el toque de la mano plateada abrazando su cintura. Mónica de Tomás estaba fantástica con un traje de Guess con un estampado de lo más surrealista en tonos azules y negros.
El look de Miranda Makaroff fue uno de los que más me gustaron de la noche. La joven diseñadora eligió un traje de chaqueta y pantalón con un estampado vegetal en tonos verdes y morados, perfectos con el dress-code que exigía la fiesta. Perfecto también era el look de María León con un mono de color negro de Pedro del Hierro y un tocado irregular rojo firmado por Mimoki. Ambas estaban muy guapas en su estilo y perfectas en una noche tan especial.
Los peores looks
El look de María Reyes no me convenció nada en absoluto, si hubiese sido para una fiesta normal me hubiera parecido soso y bastante antiguo pero tratándose de un evento con un estilo tan marcado me parece todavía mucho más soso y sin gracia. Amaya Arzuaga tenía todas sus colecciones para poder brillar con un vestidazo lleno de volúmenes pero eligió uno mucho más sencillo de color blanco y negro que tampoco llamó la atención. Cósima sigue sin convencerme en si estilo tan Agatha Ruiz de la Prada, al llevar siempre este tipo de prendas en esta ocasión no me ha sorprendido.
El estilo desenfadado de Bimba Bosé tampoco acertó en la noche de ayer, aunque el toque de los labios estuvo gracioso su peinado desaliñado no tenía desperdicio. Marina Castaño parece que no leyó la invitación porque asistió con un look completamente plano y sin gracia. Natalia de Molina tampoco tomó nota del dress-code y asistió con un vestido de color nude más propio de cualquier edición de los Goya, muy desacertada.
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