Éste es desde luego el año de promesas del cine como Emily Blunt, Carey Mulligan y la jovencísima Saoirse Ronan. Y es que no paran de recibir premios por sus respectivos trabajos cinematográficos: Emily, ha pasado de ser la asistente a la que hacía sombra Anne Hathaway en El diablo viste de Prada, a actriz de primera línea; Carey va camino de conseguir su primer Oscar de Hollywood, y Saoirse, a la que recordaréis por hacerle la vida imposible a Keira Knightley en Expiación, ha protagonizado una de las películas más aclamadas del año.
En cuestiones de estilo ninguna de las tres deja indiferente tampoco.
Emily nos suele dar una de cal y otra de arena, porque si bien sobre las grandes alfombras rojas suele pisar con bastante garbo, fuera de ellas es bastante irregular.
De todos modos, este vestido de Naeem Khan pre-Fall 2010, resulta bastante favorecedor.
Carey Mulligan es al contrario puro candor y su aire retro es siempre de diez. Esta versión ligeramente modificada de uno de los modelos de Prada Primavera-Verano 2010 le sienta de maravilla.
Le han retocado lo justo el escote y el largo.
A Saoirse ya la vimos apuntando maneras hace poco en unos premios, y aunque le falta aprender a posar (y a elegir zapatos), va por buen camino.
Fotos | North America vía zimbio
En Trendencias | The Hollywood Issue en Vanity Fair
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