Actualmente, y a pesar de estar ya en 2021, menos del 30% de la investigación científica en todo el mundo lleva nombre de mujer y solo 23 han ganado un Premio Nobel de Ciencia, es por ello que son tan importantes iniciativas como el programa L’Oréal-UNESCO “For Women In Science” que, coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, y la Niña en la Ciencia, el 11 de febrero, ha premiado a cinco investigaciones españolas realizadas por mujeres.
Más concretamente, ha otorgado premios a 5 proyectos españoles desarrollados por investigadoras menores de 40 años, cada uno con una dotación de 15.000 euros que se destinarán a seguir financiando sus avances.
Estos estudios, elegidos por un prestigio jurado formado por eminentes expertos científicos en las áreas contempladas, van desde el desarrollo de nuevos métodos de obtención y acumulación de energías renovables como el hidrógeno verde o la energía solar fotovoltaica, hasta la detección temprana de enfermedades oculares, pasando por el estudio de las propiedades de los neutrinos, que permitirían ampliar el conocimiento del universo y el desarrollo de nuevas tecnologías, y la aplicación de las matemáticas en geofísica para comprender mejor el funcionamiento del planeta.
Premios Nobel y Margarita Salas
Creado en 1998, este premio internacional reconoce cada año a cinco eminentes científicas de cinco regiones del mundo. Desde entonces, el programa, presente en 177 países, ha reconocido a 3.600 científicas. Entre ellas se encuentran ganadoras de un Premio Nobel y la española Margarita Salas, que revolucionó la genética con su descubrimiento de una enzima capaz de producir copias genéticas precisas a partir de una sola gota de sangre. Consiguiendo, además, que las pruebas genéticas se extendieran a campos como la medicina forense, la oncología y la arqueología, entre otros.
Alternando cada dos años entre ciencias de la vida y ciencias de los materiales, “For Women In Science” lleva presente en España casi desde sus inicios. En el 2000 otorgó el primer premio a Salas y, desde entonces, ha reconocido en nuestro país a 72 investigadoras, lo que se traduce en un total de 1,2 millones de euros en ayudas.
En un contexto marcado por la crisis sanitaria y económica, donde el desarrollo de las STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) ha dejado claro ser más necesario que nunca, no solo para combatir el virus, sino para garantizar una reconstrucción económica sostenible, el programa ha lanzado este año la campaña #QueremosCiencia para visibilizar en las redes sociales la necesidad de estas disciplinas.
¿Quiénes son las investigadoras premiadas?
Entre las investigaciones premiadas se encuentra la de María Retuerto, del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica-CSIC. María estudia crear una tecnología para acumular energías renovables en forma de hidrógeno verde, contribuyendo así a combatir el cambio climático.
Dos tercios de las emisiones de gases contaminantes se originan en el sector energético, por lo que para reducirlas se debe transitar a un uso masivo de energías renovables. Para ello, son necesarios métodos eficientes para acumular esta energía limpia y que puedan convertirse en fuentes globales.
Por su parte, la científica Sonia Ruiz Raga, del Institut Català de Nanociència i Nanotecnología (ICN2) investiga para crear dispositivos de conversión de luz solar a energía limpia de forma efectiva, barata, duradera y sostenible. En concreto, Sonia investiga en el desarrollo de tecnología fotovoltaica con materiales híbridos que facilite el uso de energías renovables de manera global. Es decir, tal y como ella misma explica, “en unos años incluso podríamos imprimir celdas solares en casa para poder llevarlas en todo tipo de dispositivos”, explica en nota de prensa.
La obtención de energía limpia es ahora una prioridad como lo demuestra el reciente compromiso de la Unión Europea de reducir un 55% las emisiones en los próximos nueve años. Se trata de un compromiso es muy ambicioso para el que se necesita toda la ayuda posible para poder conseguirlo.
Otra de las premiadas ha sido Clara Cuesta, del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), cuyo trabajo estudia las propiedades de los neutrinos, partículas clave del universo, para comprender mejor su funcionamiento, el origen de la materia y la desaparición de la antimateria. Un conocimiento que permitirá el desarrollo de aplicaciones tecnológicas punteras.
La investigación de Jezabel Curbelo, del departamento de Matemáticas de la Universitat Politècnica de Catalunya, analiza la evolución de los fluidos en la naturaleza a través de las ecuaciones que los modelan para comprender mejor la dinámica del interior de la Tierra y otros planetas. Su objetivo es desarrollar herramientas matemáticas de aplicación en geofísica con grandes aplicaciones en un futuro próximo.
Por último, la científica del Instituto de Óptica del CSIC, Judith Birkenfeld, investiga para el desarrollo de una herramienta para la detención temprana del queratocono, una enfermedad ocular de la córnea que afecta a 1 de cada 2.000 personas en España y suele aparecer entre los 16 y los 25 años. La detección temprana es clave para frenar su desarrollo, disminuyendo la necesidad de trasplantar la córnea, y mejorando la calidad de vida de miles de personas.
Hace unas semanas, también nos hacíamos eco de una iniciativa, conocida como 'No more Matildas', que tiene como fin dar visibilidad a las mujeres científicas que durante la historia han quedado relegadas a un segundo lugar y dejar atrás los estereotipos de género.
La propuesta, originada por la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) con el apoyo de la Oficina del Parlamento Europeo en España, es un proyecto para dar a conocer el "Efecto Matilda", en referencia a Matilda Joslyn Gage, activista de los derechos de las mujeres y la primera en exponer esta el fenómeno que ningunea los logros de las científicas.
Con una sencilla premisa, "¿y si Einstein hubiera sido mujer?", la campaña nos propone imaginar a través de tres cuentos ilustrados la vida de iconos mundiales como Albert Einstein, Alexander Fleming y Erwin Schrödinger en caso de haber sido mujeres.
Fotos | For Women in Science y CSIC.