Deberíamos valorarnos más por lo que somos y menos por cómo somos. Aceptación social, dependencia de las redes, necesidad de sentirse valorado… la sociedad vive inmersa en un mundo enfocado al qué dirán, nos creemos diferentes pero rechazamos aquello desigual. “In my skin I win” es una iniciativa creada por el modelo albino Shaun Ross, que busca luchar contra la superficialidad y la ruptura de los cánones establecidos.
En mi piel gano yo: la normalización de lo diferente
A sus 23 años, el modelo africano Shaun Ross ha vivido en sus propias carnes lo que es entirse socialmente inaceptado. Ser albino y a la vez provenir del continente africano son dos términos difíciles de asimilar, no obstante, el joven activista pronto desarrolló una acción en redes sociales, mediante la cual pretendía lanzar un mensaje positivo frente a las críticas de los demás.
Pero Shaun Ross no está sólo. Winnie Harlow, la modelo con vitíligo que saltó a la fama gracias al programa America’s Next Top Model y más tarde consiguió engatusar a Desigual, también se ha sumado al movimiento #InMySkinIWin.
Ambos sufrieron insultos en su adolescencia, tenían un aspecto diferente y por ello eran rechazados y apartados. No obstante, el mundo de la moda ha decidido acogerlos con los brazos abiertos, encumbrándolos en pasarelas como Alexander McQueen en el caso de Shaun Ross, o en portadas de revistas como i-D o L’Officiel en el de Winnie Harlow.
La sociedad tiene miedo a lo desigual
Insultos, amenazas, rechazo, desplazamiento social y otras tantas aberraciones son sufridas por miles de personas catalogadas como “diferentes” debido a condiciones físicas o apariencia. ¿Por qué Diandra Forrest tuvo que soportar motes como Casper en su adolescencia?
Buscamos lo diferente mientras los cánones estéticos manejan nuestras vidas rechazando aquello que se sale de lo que consideramos normal. El mundo está loco.
Somos incapaces de asumir, aceptar y acoger a aquellos cuyas condiciones físicas son distintas a lo inculcado como admisible
Nuestra idea de diferenciación se basa en comprar el último modelo de iPhone, vestir con la marca underground que lo va a petar próximamente o controlar como nadie las tendencias y ser una early adopter. Tener, comprar, viajar, en definitiva: demostrar. Sin embargo somos incapaces de asumir, aceptar y acoger a aquellos cuyas condiciones físicas son distintas a lo inculcado como admisible.
Shaun Ross, Winnie Harlow, Diandra Forrest o incluso Sarah McDaniel, una modelo única por la heterocromía de sus ojos – posee un ojo azul y otro marrón –, son sólo nombres que arrojan luz sobre un comportamiento usual de la sociedad: la censura de lo diferente.
La belleza no entiende de términos, es única, somos únicos
«Tener amor por ti mismo tal y como eres es una de las cualidades más gratificantes que una mujer o un hombre puede poseer. La belleza real la encontramos entre los 'defectos' que tenemos», admite Winnie Harlow en este vídeo.
Si no tuviéramos cualidades, defectos o atributos tanto físicos como personales que nos hacen diferenciarnos del resto, ¿qué sería de nosotros?
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