El diseñador Adolfo Domínguez, que cumplió este mes 70 años, ha sido, durante los últimos 28, presidente y principal accionista de la firma de ropa homónima. Sin embargo, ahora ha renunciado y ha cedido la presidencia de la empresa a su hija Adriana, consejera delegada del grupo desde noviembre de 2016. Además, según ellos mismos han anunciado hoy, el nombramiento ya ha sido aprobado por unanimidad por los miembros del consejo de administración. Es decir, es más que oficial.
No obstante, Adolfo Domínguez, principal accionista de la compañía con el 31,5% del capital, no abandona por completo el barco y permanecerá como consejero dominical de la empresa gallega.
No obstante, con este paso, se culmina un relevo generacional que empezó hace cuatro años nombrando a su hija mayor consejera de la empresa y, unos meses después, en julio de 2017, directora general. Por último, el año pasado se convirtió en consejera delegada.
Ahora que es la nueva presidenta ejecutiva se convierte así en la tercera generación de la empresa fundada por sus abuelos en 1950. Adolfo tomó las riendas de la empresa heredada de sus padres y le otorgó desde 1980 el carácter de moda de autor manteniendo siempre su sede en Galicia.
Adriana Domínguez es Licenciada en Empresariales Internacionales por el Instituto Católico de Administración y Dirección de Empresas y tiene un máster en Pensamiento por la Escuela Contemporánea de Humanidades de Madrid. Además, lleva veinte años vinculada a la empresa familiar, renovando en los últimos tiempos la gestión de la firma junto a Antonio Puente, el actual director general.
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