Esta mañana abríamos el buscador y veíamos que era tendencia la combinación de palabras "zara chino vigo" y a pesar de que sabíamos de la existencia de Mulaya, no éramos muy conscientes de que apodaran así a la tienda de moda.
La marca llegó al mercado en el año 2005 de la mano de su fundadora, la china Lisa Bao, con idea de hacer llegar a los posibles compradores ropa a la moda a un precio más que accesible, pero también para cambiar el concepto de negocio que se asocia a aquellos emprendimientos de personas del país asiáticos que muchas veces de forma errónea van asociados a conceptos como la mala calidad, el peligro o incluso las dudosas artes de producción.
Su primer establecimiento fue en la calle Trafalgar de Madrid, pero mucho quedaban por andar aún para hacer el camino que ha llevado a Mulaya en el punto en el que está casi 20 años después: tiendas en la capital, Barcelona, Valencia, Bilbao, San Sebastián, Zaragoza, Albacete, Oviedo, Santander, Pamplona, Vitoria, Logroño, Sevilla, Córdona, Murcia, León, Valladolid, Burgos, Salamanca y Tarragona. ¿Vas entendiendo el porqué del apodo, verdad?
A esta larga lista se une ahora Vigo, donde la empresa ha adquirido tiene previsto abrir un local que, dependiendo de donde leas la información, oscila entre los 300 y los 700 metros cuadrados. En este espacio hasta ahora se ubicaba una juguetería.
La llegada de Mulaya a la ciudad gallega supondrá un mayor atractivo para los posibles compradores y una mejora también probablemente de la economía local, pero probablemente sea algo que vaya en detrimento de los comercios de proximidad, ya muy afectados por el empujo de las grandes cadenas o de gigantes como Shein, algo a lo que ahora además se sumará el tener un gran espacio cuyas prendas y complementos no suelen superar los 30 euros. Y hoy en día la inmediatez supera con creces la apuesta por la relación calidad-precio además de esa conciencia social que implica apostar por según qué cosas. De hecho, hace nada informábamos de cómo el gigante chino está afectando ya también al negocio de la segunda mano.
El ADN de Mulaya
A pesar de sus casi 20 años en el sector textil y de tener unas cuentas más que claras y con unos números muy saneados y positivos, alrededor de Mulaya hay un halo de misterio que la puede hacer incluso más deseable.
Como decíamos, la empresaria de origen chino Lisa Bao, cuyo perfil es tan discreto que ni siquiera hay fotos de ella pululando por la redes, fundó la marca de ropa en 2005 y sus stands y burros se nutren de prendas y complementos que llegan desde Fuenlabrada, en concreto desde el conocido polígono de Cobo Calleja, y desde Prato, en Florencia, donde se encuentra uno de los centros neurálgicos de producción de moda rápida de Europa.
En este caso, a diferencia de Zara, Mulaya no produce sus propios artículos, pero sí que hace una selección de los mismos cada vez más curada. De hecho, si entras en su página web, bien se podría pensar que se trata del re-branding de H&M, que claramente ha tomado como referencia la web de Zara, o incluso de COS, la hermana menor pero algo más elevada de la tienda sueca.
Lisa Bao además cuenta también bajo su brazo con Ameè y Ameè Studio, dos líneas mucho más sofisticadas dentro de la propia Mulaya que siguen esa misma estética que comentábamos con referencias muy limpias, minimalistas y que tienen claramente en mente conceptos como el del lujo silencioso, pero también una estética que convence mucho a aquellas chicas o mujeres que encajan en el estilo pijo o cayetano.
Es más, la empresaria se alió hace ya tiempo con su marido, que tiene la empresa que se dedica a trabajar la arquitectura y decoración de sus propias tiendas, asegurándose así de que siempre se respeta la imagen de las mismas, ya que Mulaya sigue creciendo gracias a sus franquiciados.
Y otra de sus peculiaridades va precisamente de la mano de este detalle, ya que no cualquiera puede invertir en una de sus tiendas, ya que solo dejan acceder a ello a sus más allegados y casi todos son de procedencia china. También hay que decir que el 95% de sus empleados son mujeres y que además la mayoría de ellas también procede del país asiático.
No obstante, y a pesar de que se puedan encontrar ciertas similitudes con el modelo de negocio de Inditex o Zara, desde Mulaya siempre se han querido desmarcar de tal afirmación, como quedó claro cuando en 2017 para Vanitatis el entonces director de Expansión de la marca, Javier García comentó lo siguiente: "No somos una multinacional como Inditex respaldada por bancos, aquí vamos a pulmón. Queremos desterrar la idea de que las prendas de origen chino vayan asociadas a un calidad peor. La mayoría de los productos que consumimos están hechos allí y nadie duda. Nosotros estamos en condiciones de competir con cualquier marca low cost", cerró el ejecutivo para el medio.
Fotos | Capturas de pantalla de la cuenta de IG de Mulaya
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