No es ningún secreto que muchas celebrities tienen pequeñas salas de cine en casa. Sin embargo, hasta ahora, o debían de usarlas para ver películas que no fueran de estreno, o como una forma muy pretenciosa de hacer el mismo "Netflix and chill" de todo hijo de vecino.
No obstante, ese 1% que puede permitirse tener un cine en casa ya nunca más tendrán que arriesgarse a ver películas de estreno bajadas de Internet en calidad "screening" con audio latino desincronizado.
Todo gracias a una nueva plataforma de streaming de lujo llamada Red Carpet Home Cinema que permite ver en casa películas recién estrenadas en los cines. Es compatible con la mayoría de televisores de alta definición que han salido al mercado en los últimos tres años y, de momento, solo se encuentra disponible en las principales ciudades de Estados Unidos.
Cuenta con un catálogo anual de 40 películas, que pueden alquilarse por un máximo de dos proyecciones en 36 horas. Actualmente cuentan con títulos en cartelera como Cementerio de animales, La llorona o Shazam.
Con respecto al precio, según avisan en su página web, ninguna baja de los 500 dólares (unos 440 euros al cambio) y pueden llegar a alcanzar las cuatro cifras.
Como se puede deducir de esta información, no todo el mundo puede ser socio. Solo son admitidos como miembros personas que tengan 50.000 dólares en el banco (44.000 euros). De hecho, ya solo el dispositivo que se necesita conectar para poder disfrutar del servicio tiene un precio de 15.000 dólares (13.400 euros).
Detrás de este "Netflix de los ricos" se encuentra Fred Rosen, un antiguo presidente de Ticketmaster que se ha asociado con Dan Fellman, especialista de distribución en Hollywood. Juntos ya han conseguido contratos con Warner Bros, Paramount, Lionsgate, Annapruna y 20th Century Fox.
El servicio lleva probándose tan solo desde el pasado mes de diciembre y ya llega hasta 25 hogares. Y es que este no se trata de un negocio que aspire a tener un gran número de abonados porque necesita de muy pocos para ser rentable.
Desde luego, un servicio no apto para aquellos a los que las entradas del cine ya les parecen caras.
Fotos | La La Land y Unsplash.