Cuando termina el verano y el hemisferio norte se prepara para el duro invierno, el vórtice polar aprovecha para crecer y expandirse. Ocurre así cada año y 2024 no ha sido una excepción. Sin embargo, este vórtice está siendo diferente a otros anteriores, previendo un calentamiento estratosférico súbito de cara al 18 de diciembre que los meteorólogos tienen muy vigilado. ¿Por qué?
El vórtice polar es una corriente de vientos fuertes que gira de oeste a este en torno a los polos de la Tierra, formándose en la estratosfera y recogiendo el aire más frío del planeta. Gracias a su movimiento circular, atrapa la temperatura baja del polo. Por eso decrece tanto en verano, cuando no tiene tanto aire que lo impulse. Y, por esa misma lógica, crece en invierno y puede incluso desbordarse, afectando a todo el hemisferio norte como va a pasar en unos días.
Este 2024 ha costado que cogiera fuelle y ha tardado mucho en arrancar. Así lo explican las expertas en climatología Amy Butler y Laura Ciasto: "era mucho más débil de lo normal. Sin embargo, ahora los vientos estratosféricos ahora están muy por encima de la media para esta época del año." Ha pasado de 0 a 100, dicho de forma llana.
Esta aceleración inesperada trae consigo un calentamiento súbito estratosférico hacia el 18 de diciembre que, por el momento, no tendrá consecuencias. Sin embargo, hay que estar muy pendientes, porque si el aire de la troposfera (la más cercana a nosotras) se calienta demasiado rápido puede invadir la estratosfera. Este fenómeno, a veces, debilita o rompe el vórtice polar.
¿Qué pasa cuando se rompe el vórtice? Pues que el frío polar se sale de su sitio y se desperdiga por latitudes medias y bajas, dejando a cualquier país que pille por delante con tormentas, nieve y una caída enorme de las temperaturas. Para que nos entendamos, es exactamente lo que pasó con Filomena en 2021.
Aunque los expertos descartan que, por el momento, pueda haber fenómenos importantes, lo cierto es que nuestros modelos no son tan precisos como para poder confirmarlo a ciencia cierta. Puede que aún no lo notemos, pero este vórtice podría definir el clima de los próximos meses.
Imagen | AER.
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