El detalle que diferencia tu abrigo beige de los demás

Ha llegado, ya está aquí, ¡el frío nos invade! Y para ello el fin de semana lidié con mi armario e hice el cambio de manera implacable y me alcé con la victoria. ¡Sí! Es allí donde descubres pequeños tesoros que no te acordabas que tenías y, desgraciadamente, te das cuenta de que otras prendas pronto pasarán a mejor vida. ¿O no? Con esto de la crisis intento dar una nueva salida a las prendas que ya no uso por aburrimiento, y mi abrigo beige de toda la vida va a sufrir alguna modificación.

Y con modificaciones no me refiero a que tengamos que coger aguja e hilo y ponernos a coser en algo estrambótico. Para nada. Con muy poco podemos lograr darle ese toque distinto y molón que tanto gusta y que nos hace triunfar. ¿Un ejemplo? Combinarlo con una bufanda en tartán haciendo que ambas prendas se fundan en una: un tándem perfecto.

Aunque si quieres algo más glamouroso, distinto y que sea EL toque del estilismo, ¿por qué no optar por un cuello de pelo y hacer que sea parte de la prenda? Desde We wore what nos enseñan cómo. Este tipo de cuellos los venden en Asos y son de lo más versátiles. ¡Me gusta!

Aunque si no hay cuello ni bufanda que te convenza, siempre puedes optar por un forro divertido y (esta vez sí) empezar a coser con mucha maña. Lo de los forros me flipa, pues con muy poco logramos algo estupendo e ideal.