Tener un trabajo para toda la vida. Ese es un concepto que todos hemos oído alguna vez en la vida. Generalmente, como el deseo que nuestros padres tienen para nosotros. Hoy en día, con la situación laboral, parece un sueño imposible, pero es que puede que ni siquiera sea eso a lo que aspiramos. Somos una generación inquieta, que busca el cambio y la mejora, también en lo laboral. Yo quiero tener trabajo toda mi vida, no un trabajo para toda la vida.
Sé de lo que hablo. Dos veces en mi vida he dejado trabajos buenos, bien remunerados y, más importante aun, que me gustaban, para lanzarme a la aventura en un campo totalmente distinto. No lo hice a lo loco, tampoco exageremos. Pero sí me habrían venido bien algunas pautas para saber afrontar mejor el cambio radical. Aida Baida, coach certificada y fundadora de la web Coach de la profesional, habla de siete pautas para atrevernos a dar el paso si queremos dar un cambio radical a nuestra vida profesional:
Olvidar las excusas
La excusa más habitual es la edad. «Que ya no tienes veinte años» es algo que escucharemos muy a menudo si decidimos darle un giro total a nuestra carrera. Si las asumimos y reculamos en nuestro propósito, posiblemente estemos utilizándolas como excusa al miedo al fracaso.
Querer aprender
La formación es clave, quizá más en este momento que en ningún otro de la historia laboral. Tenemos más posibilidades que nunca de aprender sobre diferentes materias y en diferentes formatos. Solo hay una manera efectiva de tener éxito en diferentes campos: tener conocimientos actualizados sobre ellos. Si no tenemos afán de aprender, nos estaremos cerrando muchas puertas.
No perder de vista el objetivo
En este punto, entra en juego nuestra situación económica. En ocasiones, tenemos que aceptar cualquier trabajo por una situación de necesidad. Pero, si podemos permitírnoslo, debemos tratar de ser exigentes con lo que buscamos. Tener claro nuestro objetivo profesional y aceptar solo trabajos que nos acerquen a él.
Separar los ámbitos personal y profesional
Debemos desarrollar nuestra vida profesional alrededor de nuestra vida personal, no al revés. Saber separar el ámbito privado del profesional y decidir qué parte de nuestro tiempo y esfuerzo queremos dedicar a cada uno. O lo que es lo mismo: trabajar para vivir, no vivir para trabajar.
«Tu carrera es parte de tu vida, no toda tu vida». Aida Baida, coach profesional.
Defender tu derecho a cambiar de idea
En cualquier ámbito de la vida, mucha gente tiende a identificar el cambio de ideas con ser inconstante o tener poca personalidad. Cambiar de idea es normal, incluso necesario. Nuestra vida se va enriqueciendo de experiencias que hacen que no veamos las cosas igual a los veinte años que a los cuarenta. Quizá la locura sería lo contrario.
Conocer bien nuestras aptitudes
Uno de los puntos fundamentales a la hora de cambiar de vida laboral es conocer nuestras propias aptitudes. Si yo decidiera en este momento que quiero ser gimnasta olímpica, me daría un buen batacazo (literalmente). Pero no solo es importante conocer nuestras aptitudes, sino tener claro que no debemos hacer algo solo porque se nos dé bien. La clave está en buscar el justo equilibrio entre lo que sabemos hacer y lo que queremos hacer.
Buscar la motivación
¿Qué es lo que nos motiva a dar un salto de la cama cuando suena el despertador? Esa es una de las preguntas que tendremos que hacernos. ¿Somos ambiciosos o conformistas? ¿Sociables o individualistas? Aprender a conocernos nos dará muchas pistas sobre hacia dónde ir en el terreno profesional. Si somos ambiciosos, no nos importará sacrificar gran parte de nuestro tiempo por lograr los objetivos. Si somos más sociables, será mejor huir de trabajos autónomos en que no tengamos relación con compañeros. Y así con cada característica de nuestra personalidad.
En Trendencias | Las 9 profesiones perfectas para trabajar desde casa.
[
](https://www.instagram.com/accounts/login/?next=https%3A%2F%2Fwww.instagram.com%2Ftrendencias%2F)