Con la que está cayendo ahí fuera casi da vergüenza quejarse de tu trabajo, pero aspirar a algo mucho mejor nunca debería ser algo de lo que avergonzarnos. Como tampoco aburrirnos y buscar mejores retos. Te damos algunas pistas para que sepas cuándo ha llegado el momento de actualizar tu currículum vitae.
Te cuesta levantarte por las mañanas para ir a la oficina.
Quizá es el signo más evidente de que se está cocinando un drama, no lo dudes. A todo el mundo le gusta que su vida tenga sentido, en general o hacer algo que repercuta de alguna manera en la vida de los demás. Pero si cada día que pasa sientes que no ha merecido la pena levantarte para hacer lo que has hecho, es mucho mejor que te plantees comenzar a buscar un nuevo trabajo. David Tomás, autor de La Empresa más Feliz del Mundo nos dice que lo primero que tenemos que hacer es parar y ser felices.
Has dejado de preocuparte.
La vida es muy corta como para no preocuparse. Si tu trabajo te ha dejado de importar o ni siquiera hay algún momento a lo largo del día/semana/mes que sientas que ha merecido la pena hacer algo es una clara señal de que no tiene sentido que te quedes mucho más tiempo allí.
Eres uno más.
Estamos hartos de oírlo: nadie es imprescindible y hay una cola larga como un día sin carbohidratos para cubrir tu puesto de trabajo. Y sí, en el fondo sólo debería importarte que te paguen a fin de mes… Pero nadie es tan mercenario, ¿verdad? Si sientes que te tratan como a un número o a una máquina y a nadie le importa si vas o si vienes, será mejor que te plantees ya mismo comenzar a mirar las ofertas.
Tus ideas nunca valen. O las ignoran.
Vale, todo el mundo tiene ideas, lo que pasa es que cuesta mucho separar las buenas de las que son de perogrullo, claro. Que nunca, nunca, nunca cuenten con las tuyas es un mal signo, especialmente porque es desmotivador que tu jefe o tu empresa ignore o (mucho peor) se ría de las tuyas. Jamás podrás experimentar ese sentimiento de que estás contribuyendo de alguna manera en el proyecto de tu compañía. Sentirse devaluado es una de las razones vitales que señala la doctora Jennifer Newman, para tomar la decisión de cambiar.
Hace tiempo que no escuchas la palabra “gracias”.
Todo el mundo necesita reconocimiento. Una palmadita en la espalda, vamos. Especialmente cuando sabemos que hemos hecho algo bien y nos lo merecemos como el que más. La vida también es corta para que no te reconozcan lo bueno que has hecho en ella. Según un estudio publicado en la revista Emotion y dirigido por las doctoras Lisa Williams y Monica Bartlett, de la Universidad de Gonzaga en EE.UU., la gratitud no sólo ayuda a las personas a desarrollar nuevas relaciones sino también a reforzar lazos afectivos de las ya existentes. Fundamental en el lugar del trabajo y más fundamental para que te sientas feliz allí.
Te han criticado en público.
Está claro que todos necesitamos recibir comentarios sobre nuestro trabajo para poder mejorar. Necesitamos que nos pongan los puntos sobre las “íes” y nos digan en qué podemos mejorar y cómo. Pero las críticas mejor en privado y sin regodearse en ellas.
Y lo más importante: estás seguro de que puedes hacer algo más con tu vida.
Asusta pensarlo y hay que estar muy decidido para dar ese gran paso de lanzarte al vacío... o, mejor, hacia la vocación. La terapeuta Melody Wilding recomienda que consideremos nuestro trabajo actual como un campo de pruebas para testear qué se nos da bien y qué no.
Fotos: Unsplash.com, Pixabay.com
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