Carolina Bescansa, diputada de Podemos, ha sido la protagonista hoy porque ha llevado a su bebé a la primera sesión de la XI legislatura del Congreso. Yo me pregunto si, exceptuando causas mayores, no es mejor separar nuestra vida laboral de la familiar. Si la conciliación también significa poder desarrollar nuestra profesión independientemente de nuestros hijos. ¿Estoy pidiendo demasiado?
Y es que Diego, el pequeño de Carolina Bescansa, ha sido el protagonista absoluto en el día de hoy. Está claro que era un día muy importante y que su madre no podía permitirse el lujo de faltar a la primera sesión de esta nueva legislatura. Si quería asistir tenía que llevarle, porque Diego todavía toma pecho y esta sí que es una causa mayor.
Pero Carolina es una privilegiada. No todas las mujeres tienen esa facilidad para poder llevar a su hijo al trabajo cuando no tengan otra opción. Es más, la mayoría de nosotras tenemos gravísimos problemas para poder compatibilizar nuestra jornada laboral con nuestra vida personal y familiar.
Pero, aunque pudiéramos ¿lo haríamos? En mi caso lo tengo claro. Quiero muchísimo a mis hijas y estoy allí cada vez que me necesitan, practico la conciliación todo lo que puedo, voy a todas sus actividades extraescolares, me reúno con sus profesores, las voy a recoger a clase y hago el pino-puente si es necesario. Pero también hago todo lo posible para separar esta parte tan importante de mi vida de otra parte igual de importante para mí: mi trabajo.
En mi trabajo soy algo más que la mamá de J(10) y S (8). Cuando estoy allí quiero estar 100% implicada en lo que estoy haciendo, concentrada y sacando todo el partido a mis conocimientos y experiencia. Y disfrutar haciéndolo. Y cuando estoy con mis hijas quiero estar al 100% entregada a ellas, a cuidarlas, enseñarlas y jugar con ellas. Y no a estar pendiente del teléfono o de un mail que no llega o un informe que debo terminar.
La conciliación no debería estar reñida con desarrollarse como profesionales.
Ambas son áreas de mi vida totalmente diferenciadas. Dos dimensiones que coexisten, pero cada una es independiente de la otra. Es cierto que alguna vez he tenido que fusionarlo todo, que he tenido que trabajar desde casa porque una niña se ha puesto mala y no había otra opción. Y repito: soy una privilegiada por poder hacerlo. Pero no es lo mismo. Para nada. Por mucho que digan que las mujeres somos tremendamente polifacéticas no llegamos a ese nivel.
¿Es injusto para las mujeres que no podrían llevarse a sus hijos al trabajo?
Porque hay trabajos y trabajos. No es lo mismo ser una diputada electa en el Congreso que tener que estar en la cadena de montaje de una fábrica o atendiendo al público en una tienda o en una ventanilla. ¿En qué casos se podría llevar a tus hijos al trabajo y en cuáles no? Preguntado por la presencia del pequeño de su compañera, Jesús Gil, jefe de prensa de Podemos, ha declarado que “aunque en el programa de Podemos no hay nada concreto sobre la presencia de hijos en los centros laborales, es un gesto por la conciliación familiar y laboral que está en nuestro programa”. Y yo me vuelvo a preguntar si realmente la conciliación es esto. Si lo realmente aspiracional no sería poder desarrollarnos profesionalmente independientemente de que seamos madres o no y que un área de nuestra vida no sea incompatible con la otra.
Fotos: CordonPress
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