Según Google NGram, la palabra resiliencia aparece en los libros mucho más. Se ha multiplicado por más de treinta en los últimos veinte años. Creemos que la resiliencia, la capacidad de algo o alguien para volver al punto de partida después de un fallo, es el camino al éxito. Aunque según Mark Cuban no.
Para el empresario el camino pasa por la cultura del esfuerzo, y es el hábito que según él, hay que enseñar a los niños para que cuando sean adultos, tengan éxito en la vida.
Qué es la cultura del esfuerzo
La cultura del esfuerzo es el conocimiento de que las cosas se consiguen o las metas se logran mediante el esfuerzo y el trabajo. Su origen se remonta a la revolución industrial cuando se utilizaba en los discursos para promover que los trabajadores fueran a las fábricas, arengando con frases como “hay que esforzarse y las cosas irán mejor”.
Enseñar a los más pequeños el valor de esforzarse en todo lo que hagan, es una forma de ayudarles a desarrollar cualidades como la perseverancia, la tolerancia a la frustración, la búsqueda de soluciones, la negociación o la flexibilidad.
Por qué es importante la cultura del esfuerzo
La respuesta a por qué es importante la cultura del esfuerzo en los niños la tiene un hombre de éxito, si entendemos el éxito como éxito laboral, ojo. Mark Cuban es dueño de los Dallas Mavericks de la NBA y un empresario estadounidense con un patrimonio de más de 5.100 millones de euros según Forbes. Su cara quizá te suene porque es uno de los empresarios que participan en el programa de televisión Shark Tank.
Él afirma que aquellas personas que estén interesadas en lograr el éxito deberían cultivar “por encima de todo lo demás” la cultura del esfuerzo, una cualidad poco habitual y que tal y como explicaba en este vídeo junto a Randall Kaplan en LinkedIn, es la única cosa en la vida que puedes controlar.
“Lo único que puedes controlar en la vida es tu esfuerzo, y estar dispuesto a hacerlo es una gran ventaja competitiva porque la mayoría de la gente no lo hace”.
El esfuerzo según Mark Cuban
Para Mark Cuban esforzarse es “ir más allá de lo que se requiere para resolver problemas, incluso cuando no se te pide”, afirma. Es dar un paso más en las responsabilidades normales de tu trabajo e involucrarte aunque sea en cosas que no te afecten directamente. Y añadía que “tomar la iniciativa y agotar todas las opciones posibles para encontrar respuestas… es una cualidad algo rara. Hay algunas personas, o empleados, que si les dices que hagan A, B y C, harán A, B y C y no sabrán que D, E y F existen”.
Es un firme defensor de la cultura del esfuerzo y lo ve como un compendio de tres competencias: voluntad, capacidad de trabajo y esfuerzo. En este vídeo de Amazon Insights for Entrepreneurs de 2018, afirmaba que “las cosas en las que terminé siendo realmente bueno fueron las cosas en las que me esforcé”, e incluso afirma que es lo que debes poner más interés. “Mucha gente habla de pasión, pero en realidad no es en lo que debes concentrarte”.
Además, Cuban afirma que aquellas personas mejor preparadas y que se han esforzado más, son más conscientes de las oportunidades que se presentan, lo que favorece que el éxito esté más a su alcance.
También habla de la importancia de “ser curioso, tener la mente abierta y ser proactivo”. Agotar todas las opciones posibles para poder encontrar soluciones y no rendirnos antes, es para él fundamental en el triunfo.
Esforzarnos… ¿sinónimo de éxito?
Según el informe 'El futuro de los trabajos' de 2020 del Foro Económico Mundial, “los empleados del futuro tendrán que tener pensamiento analítico y capacidad de innovación, aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje, resolución de problemas complejos, pensamiento crítico, originalidad e iniciativa.” Pero a pesar de esto, no queremos que leas este artículo y te dediques a decirle a tus hijos cosas como “querer es poder” o “con esfuerzo lo conseguirás”, porque son un arma de doble filo.
En el éxito no entra solo en juego nuestro esfuerzo. Sin las herramientas adecuadas y las oportunidades necesarias, podemos sentirnos culpables si no lo conseguimos, y tan importante es esforzarnos como entender que no por hacerlo vamos a conseguirlo. Lo cierto es que por mucho que nos esforcemos, no siempre alcanzaremos el éxito y es importante que los niños aprendan también eso, y no venderles como verdad absoluta que esfuerzo es igual a éxito.
En el ensayo La cultura es mala para ti de 2023 se analizan las desigualdades de clase en los trabajadores de la industria cultural británica, y se llegó a una conclusión que poco tiene que ver con el esfuerzo: “Las oportunidades de una persona de clase obrera de tener éxito en este sector siguen siendo extremadamente bajas. Estos problemas se deben a las barreras que imponen el trabajo no remunerado ya los herméticos entramados sociales, además de a formas más o menos sutiles de exclusión”.
La renuncia silenciosa que comenzaba en Estados Unidos, que según el Foro Económico Mundial consiste en hacer lo mínimo posible para mantener el puesto de trabajo, no es fruto de que los trabajadores no practiquen la cultura del esfuerzo, sino de un cúmulo de circunstancias que surge, tal y como nos explican en Xataka, “como respuesta a una combinación de condiciones laborales que no satisfacen a los empleados y una situación económica que les impide dejar su puesto de trabajo”. Personas desmotivadas con sus trabajos, sueldos bajos y precariedad laboral que no cambia, por mucho que nos esforcemos.
Evidentemente el éxito es más factible con la cultura del esfuerzo, igual que es más posible que alcancemos nuestras metas si somos personas con confianza y seguras de nosotras mismas.
Fotos | Nathan Dumlao, Alvin Mahmudov, Alan Rodriguez y Jason Goodman en Unsplash
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