Esta habilidad nos ayuda a construir relaciones más sólidas y saludables, a tener más empatía y también a resolver conflictos
La inteligencia emocional es la habilidad de comprender y gestionar tus emociones y reconocer además las emociones de los demás. Las personas empáticas tienen inteligencia emocional, pero si hacemos caso al libro de Daniel Goleman ‘Inteligencia emocional’, engloba otras muchas habilidades como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación o la agilidad mental entre otros, y es imprescindible para una correcta adaptación social, así como para construir y fortalecer relaciones, resolver conflictos y hasta nos puede ayudar a mejorar nuestra vida laboral.
Lo malo es que hay menos personas con inteligencia emocional de lo que a priori pueda parecer. No lo digo yo, lo dicen las investigaciones han demostrado que se trata de un activo tan valioso como escaso. Una forma de saber si somos o no personas con inteligencia emocional es fijarnos en el lenguaje que usamos. Según la psicología, existen frases que si usas a diario y sin pensarlo, demuestran que tienes una inteligencia emocional más desarrollada que la mayoría de personas.
“Me siento… (inserta aquí cualquier emoción)”
Alguien con inteligencia emocional es una persona capaz de identificar de forma precisa la emoción que está sintiendo en este momento. De hecho y según Harvard, tener “granuralidad emocional” es sinónimo de ser emocionalmente inteligentes. Además de identificarlas, las aceptan y no tienen miedo de comunicar esas emociones abiertamente porque saben que todas las emociones son válidas, aunque algunas tengan una connotación negativa como el enfado o la tristeza. Todas son válidas y lo importante es saber gestionarlas.
“Cuéntame más”
Además de ser una frase que demuestra que eres buena conversadora cuando pedimos a la otra persona que nos cuente más, demostramos que estamos interesadas en cómo se sienten los demás y qué tienen que decir. Cuando animamos a las personas a hablar sobre sus experiencias, sus respuestas además nos pueden servir de aprendizaje.
“Lo siento”
El psicólogo Rafael Santadreu aseguraba en su libro "El arte de no amargarse la vida" que es importante adquirir cierto orgullo de fallar, para que no nos cueste tanto pedir perdón al equivocarnos. Una persona con inteligencia sabe que no está en posesión de la verdad absoluta el 100% del tiempo y también sabe que puede cometer errores.
Nuestros hechos y nuestras palabras, aunque sea sin mala intención, pueden tener un efecto en otras personas. Las personas con inteligencia emocional tienen responsabilidad afectiva y por eso no temen disculparse si hacen algo más. Decía el poeta Alexander Pope que “errar es de humanos, perdonar es divino, rectificar es de sabios”, y alguien con inteligencia emocional lo sabe bien.
“Te escucho”
Las personas inteligentes emocionalmente utilizan frases como “Entiendo lo que quieres decir” ó “Entiendo a qué te refieres” para asegurarle a la otra persona que la comprende. Con ello consiguen que la otra persona sepa que la estás escuchando y eso facilita la comunicación.
“Entiendo lo que estás diciendo, pero…”
Las personas emocionalmente inteligentes se dan cuenta de que existen otros puntos de vista, aunque no estén de acuerdo con ellos. Además de practicar escucha activa, son capaces de dar su opinión de forma honesta, pero respetando a la otra persona y eso es justo lo que da a entender esta frase.
“¡Gracias!”
Seguro que una de las primeras cosas que te enseñaron tus padres fue a pedir las cosas por favor y a dar las gracias. Sin embargo, esta cortesía que es sello de identidad de las personas educadas no es algo tan común estos días según la Universidad de Harvard. Cuando damos las gracias cuidamos de la otra persona, pero también de nosotros mismos. Decir gracias es mostrar respeto por otra persona.
”¿Cómo te sientes al respecto?”
Esta frase es una forma de animar a la otra persona a que hable de sus emociones, y ayuda a que puedas comprenderlas y empatizar con ellas. Dejando un espacio para que la otra persona se exprese, estamos haciendo no solo que se sientan respetadas, también hacemos un esfuerzo para entenderlas.
”¿Qué quieres decir?”
Parece que solo estamos pidiendo más información, pero en realidad lo que hacemos con esta frase es tratar de entenderle mejor. No es lo mismo que pedirle que lo repita, sino que lo cuente de otra manera para que lo entendamos.
“Veamos cómo podemos trabajar juntos”
Ante un conflicto, alguien con inteligencia emocional tratará de buscar la manera de solucionar el problema y no se empeñará en llevar razón. El objetivo es solucionar el conflicto, algo que según los estudios es una de las habilidades que tiene una persona con inteligencia emocional.
“Gracias por compartir tu opinión"
Al expresar gratitud por la perspectiva de alguien, estás indicando que estás abierto a aprender y crecer. Si queremos llegar a un entendimiento y favorecer que exista un diálogo constructivo en cualquier tipo de relaciones, es importante que se respeten los diferentes puntos de vista, y agradecer la opinión de otros es una manera de validación emocional que promueve la comunicación sincera.
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