El sencillo hábito de dos minutos que un experto en felicidad hace todos los días para sentirse mejor

Para quien no le conozca, Neil Pasricha es experto en felicidad y bienestar y su trabajo es tan prolífico que ha escrito un total de diez libros sobre la felicidad, la gratitud, los hábitos y la resiliencia, con más de dos millones de copias vendidas y posicionándose más de 200 semanas en las listas de los más vendidos. Si alguien sabe algo sobre la felicidad, es él.

Neil Pasricha piensa, escribe y habla sobre la vida intencional, y plasma sus conocimientos en títulos tan conocidos como ‘La ecuación de la felicidad’. Lo que busca con sus conferencias y formaciones es que aprendamos a desarrollar una mentalidad más positiva y resiliente que nos permita conseguir eso que todos ansiamos: la felicidad. En la CNBC, el experto desvelaba el sencillo hábito que realiza a diario para sentirse bien, especialmente en momentos en que su ansiedad aumenta. Está respaldado por la ciencia y es tan sencillo aplicarlo que cualquiera puede hacerlo.

El hábito diario de dos minutos para ser más feliz

Este hábito es una práctica que se llama “Rosa, Brote, Espina”, una técnica de retrospectiva y reflexión diseñada para ayudar a identificar los resultados positivos (Rosa), las oportunidades (Brote) y los desafíos (Espina). Según Pasricha, le hace “sentir más feliz y en paz todos los días”. Suena genial, y lo mejor es que podemos incluirla en ese journaling que tantos beneficios tiene para nosotros.

Paso 1: la rosa para resaltar los placeres diarios

Lo que haremos con la rosa es resaltar los pequeños placeres y escribir algo por lo que estemos agradecidos y que nos haya pasado en el día, como haríamos en un diario de gratitud. No te preocupes por intentar escribir algo grande, puede ser un detalle pequeño pero por lo que estás agradecida. Por ejemplo, en mi caso hoy daré las gracias porque tenía que impartir una formación que no me había dado tiempo a preparar como me gustaría y finalmente se ha trasladado a la semana que viene. También daré gracias por haber visto otro capítulo más de la que es la mejor serie de 2024. Puedes escribir tantas rosas como quieras, pero el mínimo según el experto son dos.

Reconocer estas rosas o pequeños placeres diarios es muy beneficioso para nuestro bienestar general. Según los psicólogos Robert Emmons y Michael McCullough explicaban en este estudio, después de diez semanas practicando la gratitud, el grupo de prueba que lo hizo era más feliz y estaba más saludable físicamente que el grupo que escribió “problemas” o “acontecimientos” que le habían pasado. La mentalidad positiva nos hace felices, pero también más sanos.

Paso 2: la espina para procesar las dificultades

Es evidente que no todos los días pueden ser un día feliz al 100%. De hecho es una utopía que de perseguirla, nos haría aún más infelices. En esta reflexión de dos minutos vamos a darle un espacio a la espina en la que escribiremos algo que no salió como esperábamos o un momento complicado. El más difícil del día. “Necesitamos espacio para desahogarnos, procesar, ser escuchados y superar la emoción”, explica Pasricha.

Escribir sobre experiencias emocionales, incluidas las negativas, mejora el bienestar y reduce el estrés según las investigaciones y compartir emociones negativas hasta si hablamos de procesos traumáticos, puede ayudar al proceso de curación. Lo que hacemos no es regodearnos en lo malo e ir de víctimas, sino reflexionar sobre lo negativo, abrazarnos y darle espacio ”como una forma de ayudarnos a aclarar y, en última instancia, a dejar ir aquello que nos duele” según el experto.

Paso 3: el brote para identificar algo que esperamos con ilusión

El brote o capullo de la rosa hace referencia a aquello que esperamos con ilusión. Por ejemplo, yo espero con ilusión el día 20 de octubre porque voy a comer con mis mejores amigas y hace un par de meses que no nos vemos. Establecer y anticipar objetivos y acontecimientos nos hace más felices según este artículo de los psicólogos Sonja Lyubormirsky, Kennon Sheldon y David Schkade, y pensar en ellos nos mantiene anhelantes del futuro que llegará.

Neil Pasricha asegura que hacer este hábito todos los días “es como pasar un paño húmedo por la pizarra de mi mente. Me ayuda a conectar, compartir y reflexionar”. Y desde que empezó a hacerlo, se siente más satisfecho con su vida y por lo tanto, más feliz. Yo voy a incluir los dos pasos de espina y brote a mi diario de gratitud para gestionar mis emociones de una forma más consciente y sobre todo porque si este experto con diez libros escritos lo recomienda, será porque funciona a las mil maravillas.

Fotos | Thought Catalog en Unsplash, Thomas Curryer en Unsplash, Genessa Panainte en Unsplash

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