Donna Karan ha elegido de nuevo a Karlie Kloss como imagen, cuerpo y espíritu de su campaña Resort 2013. Karlie aparece etérea, rodeada por un haz de luces, un poco demodé, que pretende transmitir el espíritu de una mujer vestida de diva con pose de ángel alejada de la tierra. Una campaña que es difícil definir, o te horroriza por sus efectos de luces y contraluces o te enamora.
Si adoras los vestidos de alfombra roja, a Elie Saab o la pasarela de los Oscars te encandilará, pero tiene un cierto gusto de los 90 pasado de moda que no me acaba de convencer.
Los vestidos son exquisitos, quien pillara el vuelo del rosa fucisa de tirantes o el vestido de alfombra roja en satén con lazo lateral, pero su forma de fotografiarlos los apaga, los súper ilumina y pierden definición la magia de sus detalles.
En el otro lado del prisma podría decirse que el efecto etéreo, celestial, angelical, de deslumbramiento es perfecto y destaca la sofisticación que Donna Karan pretender mostrar ¿se trata de los flashes de las cámaras antes de los Globos de Oro? ¿Se trata de un lugar no terrenal y al que sólo puedes entrar vistiendo así?
¿Por cuál es decantáis?
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