En esta revista somos muy sensibles a las historias de animalitos que empiezan mal y terminan con "fuimos felices y comimos perdices. Estos son nuestros verdaderos cuentos de hadas y hoy Bruno es el protagonista. Un gatito súper reactivo y agresivo al que esta chica dio una oportunidad y así consiguió salvarle.
Al principio, su nueva dueña se llevó muchos bufidos, arañazos y algún que otro mordisco. Sinceramente, las imágenes son aterradoras. Pero ella (ángel caído del cielo) no se dio por vencida. Primero descubrió a un Bruno más relajado si estaba con juguetes, pero sin humanos cerca.
La mamá de Bruno continuó ganándose su confianza a base de cariño, comida y acercamientos paulatinos. Al principio dejó que fuera él el que se acercara, respetando sus espacios personales y moviéndose muy lentamente para no asustarle y evitar ataques. Aun así, hay momentos de confusión en los que Bruno pasa de ser mimoso a ser agresivo
Hasta que la magia sucedió. Llega el primer rato de juegos juntos, donde podemos ver como el gatito no para de ronronear de felicidad. También comienza a aprender a pedir caricias sin morder para llamar la atención, usando sus patitas o acercando la cara para frotarla con la mano.
En 21 días, Bruno se ha transformado en un gato que ronronea, que busca mimos y que hasta se tumba en el pecho de su dueña. No importa qué historias te cuenten hoy, esto es lo mejor que verás sin duda alguna.
Fotos | @kittyboyandfriends.
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