Si buscas el origen de los Filipinos en la página de la compañía española Artiach, no nos aclara nada de nada. No sabemos cuál fue la inspiración para crearlos ni por qué se eligió ese nombre. La empresa ubicada en Vizcaya solo nos dice algo que ya sabemos, que están buenísimos.
Pero no es su sabor lo que ha sorprendido a Bea, sino el simple hecho de que estaban en la estantería de un supermercado español. Te ponemos en contexto: ella es filipina, vive ahora en España y el otro día fue al súper para encontrarse con un dulce llamado “Filipinos”. “¿Eso qué es?”, se preguntaba, porque a todos nos sorprendería ver un dulce con el nombre de nuestro gentilicio si vamos a otro país.
La reacción de una filipina al ver los Filipinos en el supermercado
Está claro que irse a vivir a otro país es un choque cultural que en ocasiones resulta abrumador. Y aunque si eres americano y descubres el chocolate con churros en España tu vida cambiará para bien, si vemos en el supermercado un dulce con nuestro gentilicio lo más probable es que flipemos tanto como ella.
“También nos comemos el brazo de gitano, a los Miguelitos, a los Manolitos, a las Gildas... así somos”, aseguraba una seguidora riéndose de la reacción de Bea. Pero lo bueno que tiene TikTok es que hay mucha gente que sabe muchas cosas y lo que empezó como algo divertido terminó enseñándonos algo.
“Son parecidos a los rosquillos filipinos producidos en las Islas filipinas de Iloilo y Negros. Por eso el nombre de filipinos”, explicaba uno de los seguidores, y otro añadía una curiosidad más que nos dejaba atónitas: “El gobierno de Filipinas emitió una protesta diplomática contra el Gobierno de España en 1999 por el nombre del producto”.
Todo pasó cuando el congresista filipino Heherson Álvarez dijo que el nombre de la galleta era ofensivo por la aparente referencia al color "oscuro por fuera y blanco por dentro". Afirmaba que “los fabricantes han elegido nuestra identidad racial, y ahora están sacando dinero de estos alimentos" y el presidente filipino Joseph Estrada hasta llamó a la marca "un insulto". Finalmente no llegó a nada, y se quedó todo en una anécdota que no afectó en nada al nombre de este dulce.
Para Bea no hay ofensa en los Filipinos, porque ella más bien se lo ha tomado a risa y lo que le ha generado es curiosidad. Ella misma asegura en los comentarios que nunca los ha probado pero está en proceso de hacerlo. Mientras esperamos esa segunda parte, nos quedamos con que su reacción ha sido muy divertida, casi tanto como la de esta americana que descubrió cómo se hacía el zumo de naranja.
Fotos | TikTok @holasoylabea
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