Estas estadounidenses van a un restaurante Michelin en San Sebastian y viven su peor experiencia: "alguien estuvo a punto de ser arrestado"

Creíamos que con la vuelta de Amaia Montero a La Oreja de Van Gogh ya habíamos vivido todas las experiencias fuertes que nos tocaban este fin de semana, pero se ve que no. 

La vida nos ha sorprendido una vez más con unos vídeos de un grupo de estadounidenses que ha estado en el restaurante Mugaritz del chef Andoni Luis Aduriz y han relatado que han vivido una de las peores experiencias gastronómicas de sus vidas. Imagínate nuestras caritas antes de ver el contenido, que ya eran modo "Já, a ver qué va a decir un grupo de guiris de uno de los mejores cocineros del país". Bueno, pues alguna que otra cosa sí que hemos entendido, ¿eh?

La encargada de contar semejante aventura es la influencer de viajes @chloejadetravels. Ha subido dos vídeos sobre la cena y ambos superan ya el millón de visualizaciones en uno y dos días. En las redes sociales del restaurante no hay rastro de nada, aunque la cocina creativa muchas veces es como el arte.

Chloe Jade comienza diciendo que la tarde parecía ir genial. Comenzaron escogiendo el vino, seleccionando una foto y tres palabras que definieran a cada comensal, entendemos que para personalizar la experiencia.

Algo que ella señala desde el inicio es la ausencia de cubiertos prácticamente durante toda la cena. ¿Su valoración de la primera propuesta? Que sabía a gloss. No obstante, el equipo de Mugaritz consiguió arrancarle una sonrisilla cuando probó su espárrago blanco con lirio, algo que hizo que se sintiera un poco más optimista para lo que restaba de la velada. Sin embargo, su actitud comenzó a diluirse de forma rápida.

Al siguiente plato en aparecer lo define en el vídeo como un cigarro empapado que ni siquiera supo cómo comer. Todo el tiempo habla además de que la mayoría de la comida tiene la misma textura: bastante blanda y viscosa. Y sobre esto hay un punto en el que le tenemos que dar la razón, cuando llega a la mesa "el ombligo", una especie de masa hecha a partir de kéfir y aceite de almendra que no pueden comer, sino que han de succionar el líquido del orificio. Suena horrible, ya.

Pero oye, que esto es un menú degustación, así que la cosa, y la cuenta, suma y sigue. De nuevo un momento algo más esperanzador para la creadora de contenido, aunque reconoce que quizás se estaba engañando a sí misma por tal de sacar algo bueno de la experiencia. Los camareros llevaron a la mesa una especie de pasta de queso azul y a la única que le gustó fue a ella. "Me pongo enferma solo de recordar la cena", espeta al final de su primer vídeo.

No obstante, sobre todo para el malestar, o no, del equipo de Mugaritz, ni corta ni perezosa Chloe Jade continúa su relato en un segundo vídeo en el que además destaca que ni siquiera le encuentra sabor a nada. De hecho, en una pequeña libretita que les dejan en la mesa ella escribe una nota para el chef al respecto expresando su descontento.

Aunque lo más fuerte no es eso, sino que va grabando cómo está el resto de la clientela del local. Y sí, tienen caritas de confusión, Juan, las caras, graba las caras, y de hecho hay un señor que está a nada de ser arrestado, ¡que se presentó la Ertzaintza! Y es que el hombre no quería pagar por lo ofendido que se sentía por la experiencia.

Y si te atreves a saber de cuánto estamos hablando, pues según Jade, de 800 euros por una comida para tres personas. ¿Esta noche mejor apostamos por una ensaladita rica, no?

Fotos | Capturas de pantalla de la cuenta de @chloejadetravels en TikTok

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