Mientras que esperamos la llegada de la píldora anticonceptiva masculina, a la que como mínimo le quedan todavía 10 años, otros métodos alternativos están siendo probados.
Algunos de ellos, muy curiosos, como es el caso de la joyería anticonceptiva. Este método vendría a reinventar un tipo de parche anticonceptivo que ya se comercializa y que funcionaría administrando las hormonas a través del contacto con la piel de un parche muy pequeño pensado para adherirse a pendientes y a otros complementos.
La idea es integrar la toma del medicamento en un acto cotidiano, como ponerse los pendientes o el reloj, para que así disminuyan las probabilidades de acabarse olvidando de tomarlo.
Este peculiar anticonceptivo lo están desarrollando científicos del Instituto de Tecnología de Georgia, aunque la investigación se encuentra todavía en una fase muy preliminar.
La hormona que utiliza se llama levonorgestrel y se trata de la misma usada en el DIU y en otros anticonceptivos inyectables. Sin embargo, esta es la primera vez que se prueba en formato parche y, sobre todo, de un tamaño tan pequeño.
De momento, no se ha probado con humanos y solo se han hecho pruebas en ratas. Estas pruebas, hasta la fecha, han demostrado únicamente su capacidad de administrar el medicamento en las cantidades necesarias para que se produzca la contracepción.
En el caso de que todas las pruebas sean satisfactorias y llegue a comercializarse, no sería hasta como mínimo dentro de cinco años. Y, aunque es pronto para hablar de precios, podría tratarse de un producto caro, en comparación con otros anticonceptivos del mercado, para amortizar el alto coste de su desarrollo.
Fotos | Unsplash y Georgia Tech.