La blancorexia: el transtorno que cada vez afecta a más personas

La creciente ola de expectativas irreales sobre los dientes de la que ya alertan los odontólogos

Los cánones de belleza a menudo son solo eso, cánones, ideales inalcanzables que poco tienen que ver con la naturaleza de los propios seres humanos, aspiraciones estéticas irreales que al verlas reflejadas en celebrities o influencers inmediatamente nos parecen algo innato en ellas. Todo es una búsqueda incesante, un inconformismo disparatado, porque siempre existe una zona de nuestro rostro o nuestro cuerpo que no fue diseñada como dictan las tendencias estéticas.

Alcanzar esa ansiada normatividad que roza una perfección preocupante es imposible sin algún que otro retoque bajo las manos de un especialista. Ahora la atención recae sobre las bocas, queremos unos dientes blancos impolutos, una tonalidad tan irreal como la que dictan las famosas en las portadas de las revistas. Esto ha hecho que el término blancorexia se haya extendido especialmente en los últimos tiempos. Una obsesión por tener los dientes cada vez más y más blancos.

A menudo los blanqueamientos dentales no son suficientes, el tono de blanco canónico de la sonrisa que se busca no es posible de alcanzar con tratamientos odontológicos. Y es que cada vez son más los que quieren ese resultado irreal por su cuenta sin hacer caso a las recomendaciones de los profesionales poniendo en juego su salud bucal, dañando el esmalte de los dientes.

La cultura de la imagen ha llevado a muchos al incorformismo con su propio aspecto y la sonrisa ha sido sin duda uno de los puntos donde más se ha fijado la atención. Son muchos los que recurren a las carillas dado que ese blanco impoluto no está  relacionado con las condiciones reales de los propios dientes. Otros se decantan por cepillados con bicarbonato de sodio, entre otras sustancias no homologadas, métodos sin supervisión que resultan abrasivos y ocasionan daños a los dientes y a las encías como gingivitis, hipersensibilidad dental, pérdida de piezas dentales, así como quemaduras en la boca, entre otros.

Los blanqueamientos dentales son de los procedimientos más demandados en las clínicas dentales. La clínica dental Cristina Viyuela, insiste en que lejos de los cánones estéticos, la tonalidad natural e inalterable de los dientes no es blanca, sino más bien un poco amarillenta, como la del marfil. Alerta a su vez del desconocimiento sobre esta creciente presión social y señala las conductas más comunes de las personas que sufren blancorexia.

¿Cómo saber si sufro blancorexia?

  • Tienes una creciente preocupación por conseguir unos dientes cada vez más blancos.
  • Buscas constantemente los mejores métodos para blanquear tu sonrisa.
  • Adquieres de forma compulsiva kits blanqueadores.
  • Sufres una inconformidad sistemática tras recibir tratamientos profesionales bien ejecutados.
  • Te niegas a respetar los tiempos estipulados por los odontólogos entre tratamientos o sesiones de blanqueamiento.
  • Visitas varios especialistas con el fin de poner en marcha más blanqueamientos dentales.

Es esencial saber que el blanco nuclear que reina en el mundo de las celebrities no existe. La blancorexia nace principalmente de una falta de autoestima relacionada con la tonalidad de nuestros dientes y debemos de tener en cuenta que los blanqueamientos dentales buscan una tonalidad más blanca pero no tienen efectos mágicos sobre los dientes.

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