Bromohidrosis: la afección por la que podrías oler mal sin que te des cuenta

Es verano y la subida desmesurada de los termómetros nos hace sudar a todos más que de costumbre. Cuando la temperatura de nuestro cuerpo aumenta, tanto por el calor propio de estas fechas, así como por el ejercicio físico o el estrés, el sudor aparece como  mecanismo natural que nuestro cuerpo que utiliza para enfriarse. Es una reacción común en todos, aunque puede derivarse en algunos casos en olor corporal excesivo y desagradable, una condición médica más conocida como bromohidrosis.

La bromohidrosis se da en nuestro cuerpo cuando las glándulas sudoríparas, especialmente las apocrinas, que se encuentran en áreas como las axilas y la región genital, producen un sudor que es descompuesto por las bacterias de la piel, lo cual genera ciertos compuestos malolientes. Se trata de una afección que, aunque es bastante común, es sin embargo una gran desconocida para muchos, ya que, pese a gozar de una buena higiene personal y ser muy persistes con la misma, dicho olor corporal podría generar cierta incomodidad por una dar una imagen de lo contrario.

Factores que contribuyen a la bromohidrosis

• Falta de higiene: es la principal razón por la que el mal olor puede aumentar en nuestro cuerpo.
• Ciertos alimentos de nuestra dieta: desde productos como el ajo, la cebolla, las especias fuertes hasta ciertos tipos de carne podrían llegar a afectar a nuestro olor corporal.
• Algunas condiciones médicas: enfermedades como la diabetes, la obesidad o trastornos metabólicos podrían favorecer la aparición de la bromohidrosis.
• Hormonas: los cambios hormonales también puede ser los causantes de esta afección. De hecho, destacan en la pubertad donde aumenta la producción de sudor que contribuye al mal olor.

¿Cómo saber si padeces de bromohidrosis?

Al tratarse de una afección de la que a penas se habla, es muy común que puedas sufrir de la misma y no haberte dado cuenta. Te contamos cuales pueden ser algunos indicadores de que sufres de bromohidrosis.

• Sigues notando un olor corporal fuerte y persistente que no desaparece después de una ducha.
• El olor es especialmente notable en la zona de lass axilas, pies, o áreas íntimas.
• Dicho olor se hace más intenso después de realizar actividades físicas o en situaciones de estrés.

¿Se puede prevenir?

Si buscas mantener un olor corporal fresco y evitar que se de esta condición, es esencial apostar por una higiene personal rigurosa y tener en cuenta que tras cada baño es esencial secarse bien el cuerpo, puesto que la humeadad favorece la aparición de las bacterias del mal olor. Tampoco podemos olvidarnos de los desodorantes y antitranspirantes, que juegan un papel clave para ayudarnos a neutralizar el mal olor.

Otra parte importante para prevenir la bromohidrosis es nuestra dieta, evitando alimentos como el ajo o la cebolla, así como especias fuertes y apostando por el consumo recurrente de agua así como de frutas y verduras. A su vez, la vestimenta también juega un gran papel, ya que las prendas hechas de fibras naturales, como el algodón, son la mejor opción para evitar la proliferación de los malos olores ya que permiten que nuestra piel respire.

Como combatir la bromohidrosis

Si consideras que podrías estar padeciendo esta afección, lo primero es consultar a un dermatólogo. De esta forma, de la mano de un especialista, podrás acceder a una evaluación clínica para confirmar la condición y descartar otras posibles causas del mal olor.

Una vez diagnosticada, el tratamiento puede ir variando desde pequeñas mejoras en la higiene personal del día a día, hasta el uso de productos específicos para tratar el problema como pueden ser antitranspirantes fuertes o antibióticos tópicos. Si sufres de un caso más severo, también puedes acceder a procedimientos médicos como la iontoforesis, una corriente eléctrica débil a través de la piel, o incluso cirugía para reducir la actividad de las glándulas sudoríparas.

La bromohidrosis es una condición que puede afectar a la calidad de vida y sobretodo a nuestra autoestima, por eso es importante tener en cuenta que tras un diagnostico y con los medios adecuados, podemos frenar el mal olor que se produce en nuestro cuerpo, controlando mejor dicha situación. Para ello, es importante no olvidar que la ayuda médica es esencial si queremos recibir el tratamiento que mas se adecúe a nuestra situación.

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