No es raro que estos días de calor extremo, hayas recurrido a la ducha más de una vez al día. Normalmente apostamos por este hábito a primera hora de la mañana para empezar el día con buen pie o en su defecto, a última hora de la noche, para acostarnos con ese extra de relax. Sea como sea, hay quienes van alternando y quienes se mantienen firmes en su momento predilecto para la ducha, algo que nos ha llevado a preguntarnos, ¿qué opina la ciencia de todo esto?
Tanto para eliminar la suciedad de nuestro cuerpo tras un largo día, así como el sudor tras una sesión de deporte, la ducha es un esencial al que nunca renunciamos. Un hábito de higiene personal que ejecutamos diariamente cuya frecuencia nos ha hecho preguntarnos cual es el mejor momento para una ducha.
Ducharse por la mañana
Ducharnos por la mañana nos ayuda a despertarnos y aumenta nuestro estado de alerta mental. En concreto, según indica un estudio científico, el agua fría activaría el sistema nervioso simpático, aumentando la producción de adrenalina y mejorando el estado de alerta. Esto es útil para aquellos que necesitan comenzar el día con energía y concentración.
Ducharse por la noche
Según un estudio sobre la termorregulación y el sueño en Sleep Medicine Reviews, los cambios en la temperatura corporal, provocados por actividades como tomar una ducha caliente, pueden influir en la calidad del sueño. La investigación observó como tomar una ducha o un baño caliente 1-2 horas antes de acostarse podría mejorar la eficiencia del sueño y ayudar a conciliar el sueño más rápidamente. Esto se debe a que la ducha caliente eleva la temperatura corporal central, y el posterior enfriamiento del cuerpo favorece la somnolencia y la calidad del sueño.
Además de ésto, ducharnos por la noche también nos ayuda a eliminar los contaminantes que se depositan en nuestra piel tras todo el día, desprendiéndonos de ellas antes de acostarnos.
Está claro que ambas opciones tiene sus ventajas. Lo ideal es que dependiendo de los planes de cada día puedas decantarte por una u otra. Y es que, no es necesario seguir una pauta estricta y ducharse por norma todas las mañanas o todas las noches, sino que también podemos ir variando y aprovechar los beneficios de cada una.
Fotos | Andrea Piacquadio en Pexels, Anna Tarazevich en Pexels
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