Ganar flexibilidad con los años casi parece algo un tanto imposible. Las sesiones de yoga están ahí para demostrarte precisamente lo contrario. Basta con seguir unas cuantas clases de esta disciplina para notar cambios evidentes, especialmente a la hora de estirar el cuerpo, todo ello mientras tonificas a la par tu musculatura.
Es cierto que, si eres primeriza en esto del yoga, lo mejor es optar por una sesión presencial en la que puedas guiarte de un profesional y éste pueda ir indicándote en persona la dinámica de cada movimiento. Una vez que le hayas cogido el truco puedes optar por poner a prueba desde casa esas posturas. Yo nunca me salto mi sesión de estiramientos matutinos, para los cuales me guío de la experta Luly Garza Yoga, en concreto me centro en una de sus sesiones de cinco asanas para mejorar mi elasticidad.
Postura de la mariposa
Para el primer asana comenzamos tumbándonos boca arriba sobre el mat de yoga con las plantas de los pies juntas y las rodillas abiertas. Dejamos las manos sobre el abdomen y desde ahí intentamos mantener dicha postura.
Estiramiento de cadera
Tumbadas sobre la colchoneta boca arriba, llevamos las rodillas al pecho, mientras la rodeamos con ambos brazos y hacemos movimientos circulares en la misma, masajeando la cadera y estirándola.
Estiramiento de flexores de cadera
En este asana nos colocamos de nuevo boca arriba sobre el mat de yoga con las piernas estiradas. Desde ahí doblamos la rodilla izquierda y la llevamos rodeándola con nuestros brazos hacia el pecho. Seguidamente, estiramos el brazo derecho y con el izquierdo llevamos la rodilla derecha hacia la izquierda. A continuación, hacemos lo mismo, pero con la otra pierna.
Piernas elevadas
Desde la posición de inicio, llevamos primero una pierna y luego otra hacia arriba, formando un ángulo de 90 grados con nuestro cuerpo y el mat de yoga. Nos mantenemos en dicha postura para mejorar poco a poco la flexibilidad de la zona.
Postura del cadáver
Para esta postura nos colocamos tumbadas sobre la colchoneta, teniendo una importante consciencia de la respiración.
Este es el asana ideal para poner fin a la breve sesión yoga, puesto que nos ayuda a relajar nuestro cuerpo tras el resto de posturas que hemos llevado a cabo. El broche final de un buen estiramiento matutino.
Fotos| Yan Krukau en Pexels
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