Japón es uno de los países con mayor esperanza de vida. De hecho, según datos de The World Bank, es el país con mayor esperanza de vida, y uno de los países con las llamadas zonas azules, aquellas áreas del mundo en las que las personas viven vidas más largas.
Para conseguirlo los japoneses tienen el ikigai, algo que podría definirse como la razón de vivir o la razón de ser de cada uno. Ese ikigai es también la clave de la felicidad, y es algo que se inculca a los más pequeños desde que son niños.
Pero además de esa búsqueda espiritual, hay otro secreto que hace que vivan más y que tiene que ver con la alimentación. Con llevar una vida saludable comenzando por cómo comemos. Para algunos es el secreto de los japoneses para vivir más. Para otros es algo que debería aprenderse desde niños. De hecho los japoneses ya lo hacen con el shokuiku.
Según UNICEF, de entre los 41 países desarrollados de la Unión Europea y la OCDE, Japón es el único donde menos de uno de cada cinco niños tiene sobrepeso, y mucha culpa la tiene el shokuiku. Este concepto que se enseña en las escuelas japonesas, se ha convertido en parte integral de la cultura y en una de las principales razones por las que los niños japoneses son de los niños más sanos del mundo.
Qué es el shokuiku
Sagen Ishizuka inventó la dieta macrobiótica. Pero como médico y farmacéutico, acuñó un término en 1896 llamado “shokuiku”. Deriva de dos palabras que significan “comer” y “crecer”, y podríamos traducirlo como educación alimentaria. El shokuiku sirve para enseñar a los más pequeños una rutina que mejore sus hábitos alimenticios, tal y como explican científicos japoneses.
Desde 2005 en Japón existe la Ley Básica del Shokuiku que promueve hábitos dietéticos saludables en las escuelas para evitar que se pierda la dieta tradicional y que se descuide la alimentación. Todos los escolares japoneses de entre 5 y 16 años siguen este programa y aprenden no solo la importancia de comer de forma saludable, también se les enseña a elegir, comprar, cocinar y comer para cambiar de hábitos y que estos sean más saludables. Y es que según el Centers for Disease Control and Prevention comer de una manera saludable podría ayudarte a vivir más tiempo.
Según nos cuenta la japonesa Yuko Tamura, traductora, editora jefe de Japonica y colaboradora en The Japan Times hay cuatro cosas que los padres japoneses hacen para que sus hijos sean los más sanos del mundo.
Enseñan a sus hijos shokuiku desde pequeños
Cuando una mujer se queda embarazada en Japón, es habitual que los médicos le recomienden seguir un estilo de alimentación llamado ichiju sansai que significa, literalmente, “una sopa, tres platos”. Cada comida tiene un plato de arroz, una sopa (ichiju) y tres platos (sansai), normalmente uno de proteínas y dos más de guarniciones de verduras. Con esta dieta, se aseguran de obtener las vitaminas, minerales y fibra adecuados, tal y como explica Tamura.
Es evidente que el segundo paso que siguen y que no hace nadie más en el mundo es enseñar a los niños shokuiku, lo que cambia por completo la visión que los niños tienen de la comida desde que son pequeños.
Hablan de comida también con los niños
Tamura nos explica que más del 95% de las escuelas primarias y secundarias japonesas tienen un sistema de almuerzo escolar. En él, las comidas pasan por nutricionistas que evalúan los objetivos nutricionales, pero también participan los niños de forma activa.
En el caso de que no se sirva el almuerzo en el colegio, se invita a que los niños hablen de los almuerzos caseros que cada uno ha traído. De esta forma los niños están más abiertos a probar alimentos nuevos que han traído sus compañeros de clase en el bento box, y los padres participan de una forma más activa en la elaboración del almuerzo infantil.
Si lo lleváramos a occidente, podría ser lo que damos a los niños para el recreo o lo que les llevamos de merienda a la puerta del colegio. Y sí, existen alternativas de picoteo saludable que son mucho mejor que un batido o un bollo comprado a última hora.
En casa también puede hacerse. Según Tamura, “otra forma de implementar el shokuiku en casa es preparando batidos con fruta fresca y yogur con mi hija. Hablamos de cómo crece la fruta y de dónde viene. Experiencias como esta mantendrán sus hábitos alimentarios saludables hoy en día en el futuro.”
Practican el batch cooking
Tamura explica en la CNBC que al principio, tuvo algunos problemas con las reglas de la escuela infantil en cuanto a alimentos. “No se permitían alimentos con alto contenido de azúcar o grasa, como patatas fritas y galletas, o cafeína”. Cuando desde el colegio se obliga a cumplir ciertas normas, se fuerza que los padres participen en la alimentación y cocinen en casa.
Para facilitar la tarea, los padres hacen batch cooking y congelan comidas en porciones, para que siempre tengan almuerzos ricos en nutrientes, incluso cuando no hay escasez productos frescos en casa.
Optan por dar a sus hijos agua o té en vez de refrescos
Según datos de Statista, los refrescos son populares en México, Nigeria, Estados Unidos y el Reino Unido donde la proporción de personas que eligen regularmente este tipo de bebida es muy elevada. En cambio en Japón menos de un tercio de los encuestados consumen habitualmente bebidas como Coca-Cola, Sprite o Fanta. Y eso viene desde la infancia.
En Japón consumen agua y té de cebada, una bebida que no tiene estimulantes y es muy popular en Japón y Corea. Según diversos estudios, la ingesta de cebada regula los niveles séricos de colesterol y azúcar y es un estimulante del sistema inmune cuando se consume, también si es en infusión. Además, cuenta con muchas menos calorías que otras bebidas como refrescos y es más saludable.
Foto | qi bin, Ella Olsson, Johannes Waibel, Cami Talpone, YY TEOH y Manki Kim en Unsplash
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