Ni dieta ni deporte: la ciencia descubre cuál es el factor más importante para adelgazar pasados los 50

A medida que pasan los años, la pérdida de peso se va haciendo un poco más cuesta arriba. El cuerpo va transformándose, culpa de esos cambios hormonales y físicos, algo que se acentúa cuando nos adentramos en los 50, y que como explican nuestros compañeros de Vitónica, es consecuencia de la menopausia y la premenopausia, donde además de ir despidiéndonos de la menstruación, se da una notable pérdida de músculo y hueso, y a la par se favorece la ganancia de grasa.

Es evidente que la dieta y la actividad física son factores que jugarán a nuestro favor a la hora de perder unos kilos en esta etapa de nuestra vida, pero hay una cuestión más importante que tendemos a pasar por alto. Según un estudio científico publicado en revista JAMA Internal Medicine donde se llevó a cabo una investigación en adultos con sobrepeso, un buen descanso es un factor clave a la hora de adelgazar pasados los 50.

En el estudio se observó como los pacientes que incrementaron en una hora las horas que pasaban durmiendo por la noche, consiguieron reducir la cantidad de calorías que consumían en 270 kcal. Esto se debe a que la falta de sueño tendría un efecto sobre la regulación del apetito, algo que conduciría a un aumento de la ingesta de alimentos y que a la larga haría que aumentase nuestro peso.

Desde Vitónica ya han advertido sobre la importancia del descanso a la hora de adelgazar, ya que, si no descansamos las horas necesarias, podríamos provocar que nuestro cuerpo sufriera una serie de problemas de origen metabólico. Y es que dormir bien y tener un sueño de calidad, nos ayudaría a mejorar la tolerancia a la glucosa, evitando los picos bruscos. Además, los estudios científicos han insistido en la importancia de no romper nuestros ritmos circadianos, puesto que estas acciones estarían ligadas a problemas de sobrepeso

En Vitónica también han advertido como la grelina, que es la hormona que regula nuestro apetito, aumenta su producción cuando disminuyen las horas de sueño, algo que hace que nuestro cuerpo nos reclame una mayor ingesta de alimentos, los cuales son normalmente opciones ultraprocesadas, ricas en azúcares simples y grasas. Aunque no es la única hormona que aumenta al reducir las horas de sueño, aquí también se suma el cortisol, la famosa hormona del estrés, que según explican desde Vitónica, afecta al apetito y a la acumulación de la grasa y hace que comamos más y peor.

Bien es cierto que, si queremos perder peso, debemos de tener en cuenta que este factor debe ir acompañado de una dieta saludable, así como actividad física. No podemos limitarnos a mejorar únicamente nuestros hábitos de sueño y esperar ver esos resultados de como nuestro cuerpo adelgaza, porque debe ir sumado a otros hábitos saludables para nuestro organismo.

Fotos| Tima Miroshnichenko en Pexels, Andres Ayrton en Pexels

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