El pilates sigue triunfando un siglo después de su nacimiento de la mano de Joseph Hubertus Pilates, el creador de esta disciplina que revolucionó el mundo de la rehabilitación médica y el deporte. Las celebrities se suman a practicarlo desde casa y cada vez somos más las que apostamos por rutinas de ejercicios de pilates para ponernos en forma desde la comodidad de nuestro hogar. Y es que a menudo, a pesar de que las clases en vivo siempre son un plus, todas tenemos esos días que se nos hace cuesta arriba ir al gym y preferimos poner en marcha todo lo aprendido con la ayuda de un mat de yoga desde nuestro salón.
Está claro que los ejercicios de pilates favorecen la tonificación del cuerpo, además de que aumentan la flexibilidad de los músculos, pero es que hay ciertos movimientos que no debemos de pasar por alto, esos ejercicios estrella que siempre son un plus en las rutinas fitness, así ocurre con el ejercicio de pilates de pared.
Cada vez son más las que se suman a practicar el pilates de pared, una variante de la famosa disciplina en la que nos ayudamos de la pared como punto de apoyo a la hora de ejecutar las diferentes posturas, trabajando a la par todo el cuerpo. Es ideal para fortalecer los músculos pero sin recurrir a deportes de alto impacto, lo que la convierte en una opción perfecta para aquellas que presentan ciertas lesiones, así como personas más mayores y por supuesto es la mejor elección para empezar poco a poco en el mundo fitness.
¿Cómo ejecutar correctamente el ejercicio de pilates de pared?
Existen infinidad de ejercicios que podemos llevar a cabo utilizando la pared como punto de apoyo en pilates, pero cabe destacar el favorito de muchas, que consiste en crear una especie de silla con el cuerpo, un must para fortalecer el abdomen, trabajar la cintura y acelerar el metabolismo sin necesidad de hacer un gran esfuerzo. Además se puede adaptar a diferentes niveles.
Para ejecutarlo de forma correcta nos situamos a unos 10 o 15 centímetros de distancia de la pared, colocando los pies a la altura de los hombros y dejando los brazos estirados a ambos lados del cuerpo. Lo siguiente será dejarse caer hacia atrás hasta que se toque la pared, todo ello sin mover los pies. Desde ahí podremos tanto subir como bajar los brazos, mover los glúteos hacia adelante y atrás para separarse de la pared o coger peso y realizar giros con los hombros.
Sin duda las variaciones que ofrece este ejercicio son ideales para no caer en la monotonía de incluir siempre una misma dinámica en la rutina de pilates, además de que ayuda especialmente a reducir la cintura una vez pasados los 40 cuando, el metabolismo empieza a ir más lento.
Fotos | Elina Fairytale en Pexels
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