Cómo evitar las afecciones lumbares si nuestra jornada laboral implica estar ocho horas sentados
Somos muchos los que pasamos unas cuantas horas sentados, principalmente consecuencia de la jornada laboral que nos mantiene pegados a la pantalla. Lo cierto es que nuestro cuerpo no está diseñado para permanecer mucho tiempo en dicha postura por lo que a medida que van pasando las horas solemos ir adquiriendo otras posturas poco saludables que podrían comprometer y afectar a nuestra columna vertebral a corto y largo plazo.
Esta claro que estar más tiempo del conveniente sentados puede afectar a la salud de nuestro cuerpo, y es que como indica un estudio científico reciente de Jama Cardiology, las personas que permanecen sentadas más de 8 horas tendrían un riesgo de mortalidad y de infarto, insuficiencia cardíaca o enfermedades cardiovasculares entre un 17% y un 50% más que quienes pasan menos de 4 horas sentadas.
Estar demasiadas horas sentados puede llegar a causar tensiones musculares, así como problemas articulares, como indica la fisioterapeuta Lucía Campillo: "el tiempo que pasamos sentados afecta especialmente a la columna lumbar y la cervical. Ya no solo puede derivar en problemas de ciática por el hecho de estar comprimiendo el nervio ciático al estar sentados todo el rato, sino que puede dar lugar incluso a vértigos por la posición de las cervicales y la falta de ergonomía en el trabajo."
¿Cómo podemos evitar las afecciones causadas por el exceso de horas sentados en el trabajo?
Al pasar mucho tiempo sentado, la musculatura de la zona central del cuerpo pierde su función de colaborar a la hora de mantener una postura correcta. La fisioterapeuta insiste en que para esas jornadas que implican ocho horas de trabajo sentadas en una silla: "es recomendable, cada cierto tiempo, caminar por la zona de trabajo o simplemente ir al baño con el fin de poder cambiar de posición."
Es evidente que también debemos de evitar posturas perjudiciales para la columna incluso en esos momentos de más cansancio, por lo que debemos de asegurarnos de que nuestra espalda está recta y apoyada sobre el respaldo de la silla. Además, la altura de la silla es algo que también debemos de tener en cuenta ya que debemos de poder apoyar en el suelo ambos pies y formar con nuestra rodillas en un ángulo de unos noventa grados, aproximadamente. Y es que es imprescindible prestar atención a estos pequeños detalles para evitar afecciones futuras.
Fotos | Kindel Media en Pexels, Karolina Kaboompic en Pexels
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