Son muchos los que llegados a cierta edad prefieren los ejercicios de bajo impacto frente al running. En su mayoría, no tiene nada que ver con rechazar una buena dosis de cardio, sino, más bien, con el miedo a desarrollar lesiones, entre ellas las de rodilla. Lo cierto es que, un estudio científico desmiente esta idea, poniendo sobre la mesa la conclusión a la que se llegó en la investigación, donde los corredores tenían una menor probabilidad de padecer dolores de rodilla que los que no practicaban este deporte. Y es que, el running podría tener un efecto protector contra la osteoartritis de cadera y rodilla a medida que envejecemos.
Por otra parte, el profesor de fisiología en la Universidad de Loughborough, Richard Blagrove, ha explicado en un artículo para el medio The Guardian que: "hay una asociación mucho menor de dolor de rodilla en corredores mayores en comparación con aquellos que no corren". Aun así, en algunos casos, el running puede derivar en daños muy leves en los músculos, tendones, huesos y cartílagos, pero también hace que se vuelvan más fuertes y saludables.
Aunque es cierto que las lesiones de rodilla son comunes en los corredores, según indica el estudio anteriormente nombrado, son cifras que van de entre el 14% y el 42%, según la muestra recogida de participantes. Estas molestias se suelen desencadenar en su mayoría a causa de emplear una técnica inadecuada, o por culpa de no usar un calzado óptimo para dicha actividad física o, en su defecto, la que suele ser la más común entre los principiantes, aumentar la intensidad de la carrera por encima de las posibilidades de nuestro cuerpo.
En ocasiones, muchos tienden a ignorar las señales que les manda el cuerpo e inician su andadura en una disciplina siguiendo una demanda física más alta de la que sería la adecuada para su estado de forma. Esto, a menudo, suele dar lugar a lesiones y en el caso del running se acentuarían las dolencias de rodilla. Por ello el experto en fitness ha querido aclarar: "si jugaran al tenis cuatro veces por semana, en comparación con no jugar nada, probablemente se lesionarían. No es que correr sea malo para las rodillas, sino el hecho de haber hecho demasiado ejercicio, demasiado pronto".
Así que, que no cunda el pánico, si quieres darle una oportunidad al running y sumarte a la moda de salir a correr, que el posible dolor de rodillas no te pare. Y es que, mientras los entrenamientos empiecen de forma suave, con un calentamiento previo, y vayas poco a poco aumentando la velocidad o la intensidad mientras escuchas a tu cuerpo, no habría problema. ¡No hay excusas!
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