Los ejercicios de bajo impacto son los que más triunfan cuando pasamos los 50. El yoga se posiciona entre esas disciplinas de cabecera perfectas para trabajar la fuerza y definir nuestra musculatura, a la par que aumentamos la flexibilidad y la movilidad de nuestro cuerpo. No hay duda de que los asanas son el aliado perfecto para hacer frente a los dolores articulares propios de estas edades, pero existe una en concreto que es nuestra favorita, porque fortalece tanto la cadera como los tobillos y las rodillas. Un ejercicio a prueba de lesiones que sí o sí tienes que añadir a tu rutina.
El movimiento de yoga del que estamos hablando es la postura del árbol. Un asana apto para principiantes y expertos del yoga que, además de ser una opción sobresaliente para tonificar el tren inferior prestando una especial atención a los cuádriceps e isquiotibiales, así como a toda la zona del core, también nos ayuda a mejorar notablemente nuestro equilibrio y estabilidad en las piernas.
El paso a paso de la postura del árbol
Para poner en marcha este ejercicio, empezamos colocando nuestros pies separados, a la altura de las caderas. A continuación, dejamos todo el peso del cuerpo sobre el pie derecho mientras levantamos el izquierdo del suelo y doblamos la rodilla, manteniendo la planta del pie sobre la parte interna de nuestro muslo derecho. Seguidamente, estiramos la columna y llevamos los hombros hacia atrás y hacia abajo. Por último, terminamos juntando las manos a la altura del pecho y colocándolas en posición de oración.
Al trabajar la musculatura de las piernas y el core, conseguimos poco a poco tener una mayor estabilidad en nuestros movimientos diarios, todo un plus a la hora de evitar caídas. De hecho, con este asana también trabajamos otros músculos más pequeños que se encargan de sostener las articulaciones de las rodillas y los tobillos, favoreciendo así la movilidad y reduciendo el riesgo de lesiones. Además, a su lista de beneficios hay que sumarle uno de los más aplaudidos del yoga, la conexión cuerpo-mente así como otro detalle menos conocido: nos ayuda a aliviar los dolores menstruales, según explican desde Vitónica.
Aunque la postura del árbol es un ejercicio apto para todos los niveles y edades, si a la hora de ejecutarlo te resulta complicado estar en esa posición de equilibrio, puedes empezar apoyándote en la pared o una silla. Eso sí, debes de mantener igualmente la postura alineada y prestar atención a la respiración. Poco a poco, a medida que las piernas se vayan fortaleciendo mejorará tu equilibrio y podrás ejecutar este asana sin ningún apoyo extra, con la única ayuda de tu propio cuerpo.
Fotos| Amin Sujan en Pexels
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