Una teoría que vuelve todos los años en primavera a justificar los aumentos de alergias al polen en todo el mundo
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2050, la mitad de la población del planeta será víctima de al menos un trastorno alérgico. Actualmente en España, la alergia al polen afecta a cerca del 15% de la población española, pero la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) asegura que en 2030 uno de cada cuatro españoles sufrirá esa alergia. Y TikTok está empeñado en es culpa del “sexismo botánico”.
El concepto “sexismo botánico” aparece como lo hacen las alergias en primavera y de forma cíclica. El término fue acuñado por Tom Ogren, un horticultor que asegura que décadas de sexismo botánico en los paisajes urbanos han contribuido a tus problemas de alergia. Contaba sobre su teoría en el libro ‘Safe Sex in the Garden’. Su teoría se centra en que existe una plantación desequilibrada de plantas masculinas y femeninas. Ogren cree que un “equilibrio de género” de árboles masculinos y femeninos, especialmente en entornos urbanos, reduciría los recuentos de polen.
Todo comenzó en Estados Unidos cuando el Anuario de Agricultura del USDA de 1949, una instrucción gubernativa, daba este consejo: “Cuando se utilicen para plantaciones en calles, sólo se deben seleccionar árboles masculinos, para evitar las molestias de la semilla”, aunque se refería solo a los álamos. En esta recomendación que Estados Unidos siguió al pie de la letra no se tuvo en cuenta que los machos producen más polen que las hembras y eso agrava los síntomas de alergia. Todo esto según Ogren.
¿Sexismo botánico? La ciencia no opina lo mismo
¿Pero cuánto hay de cierto? La teoría llegó hasta el New York Times. Sin embargo, alergólogos y botánicos de árboles, dicen que la teoría de Ogren no se sostiene. "Lo que está diciendo en realidad no tiene sentido", afirmaba al Boston Globe Richard Primack, profesor de biología de la Universidad de Boston y experto en reproducción de árboles.
Es cierto que los tipos de árboles y arbustos que nos rodean pueden marcar una gran diferencia en lo que respecta a nuestra salud y nuestras alergias al polen. Según el Dr. Troy Baker, alergólogo, afirmaba a la NBC “árboles como el roble, el melocotonero o el abedul son los que más solemos sufrir”. Y añadía que “los árboles que se parecen más a árboles frutales dependen de polinizadores como abejas o insectos, no son tan molestos”.
La verdad es que nunca había oído hablar de árboles machos y árboles hembra, pero no soy botánica ni ingeniera forestal. Pero lo cierto es que existen. Los árboles dioicos (Dioecious) tienen ejemplares con sexos separados, es decir existen plantas masculinas y plantas femeninas, pero solo suponen el 5% del total.
Los árboles dioicos separan las partes masculinas y femeninas en árboles completamente diferentes, donde un árbol es estrictamente femenino y el otro estrictamente masculino. Árboles como el boj, el caqui, el fresno blanco, el ginkgo, el acebo, el cedro rojo, el naranjo, el álamo temblón y el sauce son árboles dioicos. Según la Escuela de Silvicultura de la Universidad de Georgia el resto son monoicos, cosexuales o polígamos, es decir, un solo árbol puede tener órganos reproductores masculinos y femeninos.
La afirmación de que los árboles masculinos prevalecen más que los árboles femeninos en el paisaje urbano tampoco está demostrada. En Vancouver, por ejemplo, se afirma que el 30% de los árboles plantados por la ciudad eran masculinos, pero eso solo hace mención a las nuevas plantaciones, no a las ya existentes o a los árboles que los particulares plantan en sus jardínes.
Juan de Dios, biólogo investigador de la Estación Experimental del Zaidín del CSIC, aseguraba a Newtral que la alergia que producen estas especies dioicas es “limitada”. En el caso del olivo, los cipreses o las gramíneas, por ejemplo, la planta produce suficiente cantidad de polen, es de pequeño tamaño y tiene proteína alergénica. “No todos los pólenes dan alergia”, aseguraba el experto. Estas características sí se ven en la mayoría de las especies que generan mucha alergia en las ciudades, “pero no es el caso de las especies dioicas”, explica.
Ángel Moral, presidente del comité de aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), afirma que el “sexismo botánico” es correcto, pero no aplicable. “Hay muy pocas plantas en las que ocurra que tengan árboles macho y hembras por separado y que den alergia”, asegura, y añade además que los arces y los fresnos de los que hablaba Ogren, “pueden dar alergias en algún caso, pero no es lo usual”.
Como bien explica Jane C Hu en Science The Wire, la idea del sexismo botánico se ha popularizado pero hay mucho detrás. “En este momento cultural, cuando el sexismo parece estar en todas partes y las teorías de conspiración sobre quienes están en el poder proliferan, no sorprende que el concepto tenga cierto atractivo masivo”. Pero lo que no existe es una explicación científica sólida detrás que lo respalde.
La verdadera razón detrás del aumento de alergias: el cambio climático
Lo que sí es cierto es que existe más polen, pero no por el sexismo botánico, sino por el cambio climático. Algunos estudios señalan que las épocas de polinización van a aumentar como consecuencia del cambio climático, algo que ya se está observando en lugares como Doñana, donde el inicio de la época de floración se ha adelantado en mayor medida que el final de ésta. “El cambio climático hace que las plantas se defiendan de estas condiciones adversas y cambien”, afirmaba Carmen Andreu, secretaria de la SEAIC. Eso provoca no solo más polen, sino que la temporada de alergias se haga cada vez más extensa y con síntomas más persistentes.
Las temperaturas más cálidas y las concentraciones atmosféricas elevadas de CO2 estimulan el crecimiento de las plantas y esto puede aumentar las concentraciones de polen y alérgenos en el aire. También aumenta la alergenicidad del polen y por lo tanto el riesgo de reacciones alérgicas. No solo aumentan las temperaturas, también se producen cambios en la humedad, condiciones extremas meteorológicamente hablando y tormentas eléctricas durante la temporada de polen que, de nuevo, aumentan la concentración de polen y alérgenos en el aire, provocando reacciones alérgicas más graves y ataques de asma.
Para 2100, la cantidad de polen producido durante la temporada de floración podría aumentar en un 40%, según una investigación publicada en la revista Nature y el motivo es el cambio climático. Habrá más días de polen y más intensos tal y como nos explican en Xataka.
A pesar de eso Bayer, con la colaboración de la National Arbor Day Foundation, ha puesto en marcha el DiversiTree Project aprovechándose de ese concepto y usándolo para publicitar Claritin, un antihistamínico propiedad de la farmacéutica.
Con el proyecto y como explican en Reason Why, “ha propuesto introducir más equilibrio de sexos en la población arbórea del país norteamericano”. Aunque el objetivo de DiversiTree es “llamar la atención sobre el problema y propiciar la plantación de mayor número de árboles hembra”, lo cierto es que vistos los datos anteriores, parece una campaña de marketing más que aflora como la alergia en primavera. Y como el concepto de sexismo botánico que está volviendo a TikTok como cada año.
Fotos | freestocks en Unsplash, Daiga Ellaby en Unsplash, Alex Jones en Unsplash, Amanda Frank en Unsplash
En Trendencias | Swingers: qué son, dónde practicarlo y cómo empezar este tipo de relación si quieres dejar la monogamia
En Trendencias | Cómo reconocer a un misógino: 20 claves que te ayudarán a detectarlo
Ver todos los comentarios en https://www.trendencias.com
VER 0 Comentario