Hace unos años vivimos una especie de fiebre con las bicicletas estáticas. De repente, todas queríamos una en nuestra casa para poder entrenar desde el salón sin tener que ir al gym. Muchas de ellas con el tiempo acabaron el desván, pero ahora vuelven a ser tendencia y no es de exrañar. Ya puedes desempolvar esa vieja máquina y darle el uso que se merece, porque es una gran aliada para adelgazar, solo necesitas establecer una rutina con la que empezar a notar resultados.
Este tipo de máquinas son perfectas para todas las edades, porque se adaptan a nuestra condición física de una forma asombrosa. Eso sí, si estas buscando quemar grasa, lo ideal es optar por aumentar la carga de resistencia en la bicicleta para trabajar la musculatura de los glúteos y las piernas y tonificarla mientras hacemos cardio. Un ejercicio que, como explican desde Vitónica, estimula el gasto calórico y concentra el esfuerzo en el tren inferior.
Dar con una rutina de alta intensidad con la que notar cambios en nuestro cuerpo no implica tener que ir a clases de spinning, que siempre son bienvenidas, sino que puedes sacarle partido a tu bicicleta estática en casa con rutinas HIIT, como esta recomendada por la ciencia: cuatro segundos de máxima intensidad que se repiten de 20 a 30 veces con 15 a 30 segundos de descanso entre ellos, todo concentrado en una sesión de 1o minutos.
Si por el contrario, buscas ganar resistencia física mientras delgazas, puedes optar por entrenamientos más amplios pero más ligeros, entre 2 y 3 veces a la semana. Aspostando por bajar la velocidad del pedaleo, sin decaer tampoco demasiado, para poder conformar una rutina de mínimo media hora de ejercicio cardiovascular. Puedes ampliarla hasta 45 minutos y empezar de forma más suave, hasta ir poco a poco subiendo la intensidad del entrenamiento.
Es importante escuchar a nuestro cuerpo para advertir si podemos o añadir más intensidad a la rutina en bicicleta estática o si por el contrario necesitamos bajar un poco la exigencia física. También es un deporte perfecto para combinarlo con ejercicios de fuerza, conformando una rutina que empiece con un poco de cardio y termine con una sesión de trabajo de tonificación más focalizada, perfecto para favorecer la pérdida de grasa, evitar la flacidez.
Fotos| Julia Larson en Pexels, ALTEREDSNAPS en Pexels
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