El yoga tiene numerosos beneficios pero hay una población que se beneficia de ellos más que ninguna: los mayores de 60

La conexión cuerpo-mente que conseguimos en una sesión de yoga es algo que la ciencia se ha querido parar a analizar. Prestar atención a la inhalación y exhalación del aire siendo plenamente conscientes de nuestra respiración, consigue que nuestras pulsaciones vayan bajando y que poco a poco nos vayamos sintiendo más tranquilas y relajadas, una sensación de bienestar general que ha hecho que cada vez más y más personas hayan decidido darle una oportunidad a esta disciplina.

Según indican desde National Institutes of Health, el yoga habría ayudado a algunas personas a controlar el estrés, mejorar la salud mental, perder peso o dejar de fumar. Pero también existen evidencias de que el yoga podría ser útil para algunos problemas médicos, ayudando a disminuir el dolor lumbar crónico y los síntomas de la menopausia hasta mejorar el sueño de los adultos mayores y personas con cáncer.

Según los estudios científicos, este tipo de disciplinas de bajo impacto como el yoga son especialmente recomendadas para las personas mayores, ya que ayudan a que mejoren su movilidad, favorece el equilibrio y a la par que reduce las posibles caídas y el riesgo de padecer accidentes cardiovasculares. En definitiva, su práctica recurrente disminuye ciertos efectos del envejecimiento.

El yoga también podría retrasar la progresión de la aterosclerosis en pacientes con enfermedad coronaria grave, según una investigación científica. Además, la ciencia ha señalado como la práctica continuada de esta actividad podría mejorar de forma significativa nuestras las funciones pulmonares, así como la fuerza de los músculos inspiratorios y espiratorios.

Nunca está de más conocer todos estos beneficios que conlleva la práctica del yoga para nuestra salud, aunque hay uno que despunta, sobre el que más hincapié han hecho los estudios científicos en los últimos tiempos y es la capacidad de esta disciplina para la prevención y gestión del estrés, así como desórdenes inducidos por el mismo. Y es que, como explican nuestros compañeros de Vitónica, se ha llegado a señalar en investigaciones a este deporte como potencial tratamiento complementario a la depresión.

A pesar de todas las ventajas para nuestra salud que trae consigo la práctica del yoga, hay que tener en cuenta que esta disciplina deportiva no puede remplazar a ningún tratamiento médico, puesto que se necesita más investigación de alta calidad para confirmar tales beneficios del yoga. Aunque si puede utilizarse como un método complementario tras conocer un diagnóstico. Está claro que una sesión de yoga solo nos trae ventajas.

Fotos| Kevin Malik en Pexels,  Polina Tankilevitch en Pexels

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