Cuando descubrimos Black Mirror hace ya ocho años, la serie ni siquiera pertenecía a Netflix. Este bastión de la ciencia ficción comenzó a convertirse en algo grande que llamó la atención de muchos. Cocodrilo, Blanca Navidad o Black Museum son algunos de los capítulos que más han gustado a los fans, y que mejor reflejan esa mezcla futurista y de terror tecnológico.
Ahora la quinta temporada de la serie se ha estrenado, y hemos podido ver los tres capítulos de Black Mirror. Añicos, Striking Vipers y Rachel, Jack y Ashley Too son los nombres que forman esta temporada y que están más cerca del positivismo de San Junípero, que del terror que comenzó siendo la serie.
Rachel, Jack y Ashley Too, el estreno Miley Cyrus en Netflix
Era, sin duda, el episodio más esperado de los tres. Miley Cyrus, lejos ya del Disney que la vio crecer, regresa a la televisión para protagonizar el episodio Rachel, Jack y Ashley Too. Y lo hace dando voz a un capítulo que huele a protesta, suena a denuncia y sabe a pasado, pero que ha perdido la chispa que enamoró de Black Mirror.
Interpreta a Ashley O, una cantante de pop que más parece una activista del positivismo, pero que pronto descubrimos que dentro no es tan happy como hace creer a todos sus fans.
La reflexión y la crítica social, dos de los protagonistas junto a Miley Cyrus
Casi parece que la historia está pensada para ella, una Miley Cyrus que vivió su propia adolescencia convertida en una Hannah Montana siempre feliz a la que estuvo atada muchos años y que terminó matando a golpe de polémicas.
Con ayuda de la inteligencia artificial, en el capítulo vemos ese reflejo de su yo más superficial esta vez en forma de un robot futurista que se comporta como ella, habla como ella y piensa como ella. Un proyecto más para sacar provecho del talento de una joven cantante que no es tan feliz como hace creer en sus entrevistas.
Este capítulo pierde por el camino esa tecnofobia que nos dejaban otros capítulos de la serie, pero continúa con su crítica social. Lo que la industria hace con algunos de los talentos más jóvenes, la necesidad de aparentar una felicidad constante, el rechazo hacia la tristeza. Nadie sale bien parado en esta reflexión en la que se intuye algo de verdad tras la interpretación de Cyrus.
“El villano de la función en Black Mirror no es la tecnología, sino las personas”, ha comentado su creador Charlie Brooker en más de una ocasión, y esta quinta temporada lo ha dejado patente.
No tiene la profundidad de San Junípero. No es el mejor capítulo de la serie, ni de la temporada, honor que se lleva Striking Vipers protagonizado por Anthony Mackie. Pero aunque sea el peor capítulo de esta quinta temporada y la esencia de la serie se haya perdido, parece una espina que la cantante necesitaba sacarse.
No es lo que esperábamos, la verdad. Casi parece el último alegato de Hannah Montana contra una industria que castigó su adolescencia y de la que ahora definitivamente, se aleja con una sonrisa.
Fotos | Black Mirror (Netflix)
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