El tiempo que te doy, la nueva serie de Netflix de Nadia de Santiago, es un relato sobre el amor. Un relato corto con el que podemos identificarnos perfectamente y que solo necesita los primeros diez minutos para engancharnos.
En palabras de la propia Nadia de Santiago, que ha creado y protagonizado esta ficción sobre el amor y la capacidad para superar una ruptura de pareja, “El tiempo que te doy es el tiempo que tardas en despedirte de tu primer amor”. Y justamente eso es lo que refleja esta miniserie, un camino lleno de matices en el que recorremos el duelo de perder un amor, así como el desgaste de una pareja y la oportunidad de conocernos y querernos pasando tiempo a solas. Y es una de las mejores series de Netflix.
Junto a Nadia de Santiago nos encontramos a Álvaro Cervantes protagonista de la comedia romántica también de Netflix Loco por ella, que en esta ocasión hace un papel mucho más profundo y dramático.
El tiempo que te doy es realista y fresco
Cuando la serie comienza, 1 minuto se dedica al presente y 10 al recuerdo. Poco a poco este tiempo se invierte desde que el primer capítulo abre la caja de pandora y termina una relación de nueve años con un “ya no te quiero como antes”. Un desamor que la protagonista trata de superar en cada capítulo.
Así, no solo vemos cómo comienzan a enamorarse, sino también a perderse el uno al otro, como si la historia comenzase con el principio y el final a la vez hasta encontrarse y que el final sea entonces el principio de una nueva vida para Lina, la protagonista de la historia, algo que se refleja a la perfección en el cartel de la serie.
Un original formato a caballo entre los cortometrajes y la miniserie
Cuando el contenido de Netflix es tan abrumador por su cantidad, terminas viendo una y otra vez la misma historia contada por diferentes voces, y lo genial que tiene El tiempo que te doy es una nueva voz y una nueva forma de contar cómo es el amor. Un estimulante juego narrativo en el que vamos descubriendo detalles tanto de lo que les separa al final como de lo que les une al principio de su relación.
Este formato más corto, con capítulos de unos 11 minutos, parece un compendio de cortometrajes que hace mucho más fácil verlo que cualquier otra serie. Los une hasta formar una miniserie de capítulos cortos que tiene esa capacidad de envolverte como solo las buenas historias saben. Quieres más y más de ese relato a sorbos que terminas bebiéndote de golpe porque si sumas los minutos de la serie, es realidad como si hubieras visto una película.
Una serie fresca, original y tremendamente bella que puede ser tu planazo ideal para cualquier día de lluvia.
Fotos | El tiempo que te doy (Netflix)
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